Omella pide en el primer año de la guerra de Ucrania que "se ponga fin a la barbarie" y reza por las víctimas
La Iglesia ha acogido a través de parroquias y entidades como Cáritas a miles de ucranianos que se vieron obligados a desplazarse tras el estallido de la guerra
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La Iglesia ha acogido a miles de ucranianos que se vieron obligados a desplazarse tras el estallido de la guerra en el país, iniciada hace justo un año, a través de entidades como Cáritas, congregaciones y parroquias.
365 días después, la Iglesia no pasa por alto esta triste efeméride. El presidente de la Conferencia Episcopal Española, el cardenal Juan José Omella, ha rezado por todas las víctimas de la guerra y para que “se ponga fin a esta barbarie que nunca debió comenzar”. A través de su cuenta de Twitter, ha pedido que “no nos acostumbremos nunca a las terribles noticias que nos llegan desde la zona en conflicto”.
El balance del conflicto pone los pelos de punta; 8.000 civiles muertos, ocho millones de refugiados y más de cinco millones de desplazados dentro del país, además de más de 700 hospitales y centros de salud bombardeados por el ejército ruso, según la Organización Mundial de la Salud.
La evolución de la guerra de Ucrania
A día de hoy, la ciudad de Kramatorsk, perteneciente al Óblast de Donetsk, es el núcleo urbano más importante controlado por los ucranianos dentro de esta región, donde se vive con mucha preocupación los avances rusos de los últimos días.
El minsiterio de Defensa, recuerda que la situación es muy complicada. En la noche de este jueves, informaron que habían perdido el control de la ruta norte para llegar a Bajmut y todo hace indicar que esta localidad podría pasar a manos de Rusia lo que supone una avance para sus tropas dentro del Donbás.
También preocupa de forma especial la situación en la central nuclear de Zaporiyiaa. Para el corresponsal de COPE en la zona, Mikel Ayestarán, existen dos opciones en cuanto a la 'estrategia' con la energía nuclear. "Los rusos pueden emplear emplear armamento atómico, algo que Putin ha reavivado tras salirse del acuerdo Start III". Recuerda que esta central está ocupada desde marzo y que aunque los reactores estén parados desde septiembre -lo que hace improbable un accidente-, los expertos avisan de que dentro hay armamento pesado, soldados de combate las puertas y que por todo ello hay que tener mucho cuidado. Cualquier ataque puede afectar por ejemplo a toda las planta con los residuos de la central, puede causar una gran catástrofe".