Omella recuerda a las familias que “están condenadas a sobrevivir sin disfrutar del verano como quisieran"
El arzobispo de Barcelona ha elogiado la labor de la Fundación Pere Tarrés, que garantiza el acceso a las actividades de ocio en verano a niños en situación de vulnerabilidad
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El arzobispo de Barcelona, el cardenal Juan José Omella, llama a las familias a emplear el verano para “cambiar de rutinas, descubrir y aprender” a disfrutar de ella. En su carta semanal, el también presidente de la Conferencia Episcopal Española es consciente de que no todas las familias tienen las mismas oportunidades para disfrutar de esta estación del año, marcada por las vacaciones.
Omella asegura que muchas familias sin recursos “están condenadas a sobrevivir y no pueden disfrutar del verano como quisieran. Realmente, los niños son el eslabón más débil en la cadena de víctimas de la exclusión social, que se ha disparado por la inflación de los precios al consumo”, se puede leer en su carta.
Esta falta de recursos en verano se hace especialmente complicada para los más pequeños, ya que una vez concluido el curso escolar, estas familias no pueden hacer frente a otras alternativas. Es ahí donde entra en juego, explica el arzobispo de Barcelona, entidades como la Fundación Pere Tarrés, perteneciente a la Iglesia catalana.
La fundación ha puesto en marcha un año más la campaña 'Ningún niño sin colonias', que garantiza el acceso a las actividades de ocio en verano a más de seis mil niños en situación de vulnerabilidad a través de un programa de becas.
Muchas familias beneficiarias de estas becas viven situaciones precarias desde el punto de vista laboral y de la vivienda. Disponen de pocos recursos para la alimentación, para sus necesidades básicas e incluso para comprarse ropa. El 75% de estos niños se encuentran en el umbral de la pobreza.
La iniciativa de la Fundación Pere Tarrés ofrece un verano enriquecedor desde un punto de vista humano y espiritual. La mayoría de estos niños, si no participaran en estos casales o campamentos, estarían encerrados en casa o desatendidos por la calle durante todo el verano.
Por ello, el cardenal Juan José Omella ha dado las gracias a esta entidad eclesial y a las personas que contribuyen a que sus proyectos salgan adelante: “Damos gracias también a tantas parroquias que hacen posible que los niños, adolescentes y jóvenes tengan unos días de convivencia, ocio y aprendizaje, y así promuevan el bienestar de las familias”, ha agredecido el arzobispo de Barcelona.