25 ANIVERSARIO
La ONG católica Misión América celebra sus bodas de plata
Esta organización apoya a los misioneros españoles en diferentes países de América y África.
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La ONG Misión América, vinculada a la Obra de Cooperación Sacerdotal Hispanoamericana (OCSHA), nació hace 25 años con el deseo de apoyar a los misioneros españoles, a través de la búsqueda y obtención de subvenciones de instituciones civiles, estatales y privadas. Son muchos los misioneros que se han beneficiado del trabajo de esta ONG y de sus voluntarios. En especial, los misioneros diocesanos, que muchas veces están más desvalidos al no tener detrás el empuje de una orden o congregación religiosa.
Lo que empezó siendo el sueño de unos pocos, ha logrado apoyar en estos 25 años 457 proyectos en 27 países. Esta institución sale adelante exclusivamente gracias al trabajo de voluntarios, y su radio de acción se ha ampliado a África, y a otros misioneros españoles.
La presidenta de la ONG, Ana Álvarez de Lara, ha asegurado que "Misión América ha nacido para servir, para ayudar a los que ayudan: los misioneros". La presidenta de Misión América también ha recordado a Anastasio Gil, una figura fundamental, ha señalado, para la institución.
Y es que la gran ventaja es que Misión América está muy vinculada a la Comisión Episcopal de Misiones y Cooperación entre las Iglesias, y gracias a eso, conocen a los responsables de los proyectos -los misioneros-, y dan fe de que el dinero llega y se gasta de forma legítima. "Somos una gran familia", ha afirmado Álvarez de Lara. En cuanto al origen de las ayudas, gran parte viene de las subvenciones públicas. "Una vez que un misionero nos pide ayuda, nos movilizamos para canalizar las posibles ayudas, estamos atentos a las convocatorias públicas de ayuda al desarrollo.". Esto es posible, según ha explicado, gracias a que las 69 Delegaciones de Misiones, presentes en toda la geografía española, colaboran con esta iniciativa.
Mons. Francisco Pérez, arzobispo de Pamplona y de Tudela y presidente de la Comisión Episcopal de Misiones ha explicado que está “orgulloso de formar parte de esta Iglesia, que es misionera". Ha señalado que, aunque la ONGD Misión América es una institución pequeña, aporta desde su especificidad mucha ayuda y que, si hubiera cerrado, muchos proyectos hubieran dejado de ser apoyados. Por último, monseñor Pérez ha reivindicado la necesidad de que todas las instituciones de la Iglesia que trabajan a favor de la misión lo hagan en comunión, respetando la especificidad de cada uno, pero en una misma dirección, "para que brille el amor que Dios tiene por los hombres".
Joan Soler es un sacerdote diocesano de la Diócesis de Gerona. Ha pasado 9 años en Togo, en África. Allí, llevaba una parroquia a la que habíamos añadido muchos otros servicios. Daba clases en los institutos públicos, y la situación era inviable: más de 130 por aula, el 25% de escolarización", ha contado Soler, beneficiario de las ayudas de Misión América. "Entonces el Estado me pidió que creara una escuela en mi parroquia, porque era algo muy necesario. Pero humanamente yo no podía abracar más, y no tenía di un céntimo".
El misionero ha reconocido que, a pesar de su miedo inicial, decidió comenzar con el proyecto gracias a un primer donativo de 15 dólares de una mujer del pueblo. Inmediatamente pidió ayuda a Misión América, y esta ONGD le ayudó a comenzar la escuela. "Si estoy hoy aquí es porque estoy muy agradecido. Gracias a vosotros, en Togo hay una escuela, y los togoleses se dan cuenta que existen muchas Europoas, que hay un occidente que es muy bueno".