La Pastoral de Migraciones propone diez medidas para ayudar a los migrantes que llegan a España

La Conferencia Episcopal convocó del 26 al 28 de abril en Madrid las XLIII jornadas de delegados y agentes de pastoral con personas Migradas. Bajo el lema ''Construyendo comunidades acogedoras, integradoras y misioneras'', más de 100 personas de 44 diócesis españolas participaron en el encuentro.

Este viernes 3 de mayo el Departamento de Migraciones y Movilidad Humana de la CEE ha publicado las conclusiones de las jornadas. Firma Xabier Gómez, director del departamento.

Tras un análisis de seis puntos que incluye denunciar ''el retraso en la obtención de citas para solicitar y renovar asilo'' o instar a ''los católicos propietarios de vivienda de alquiler'' a facilitar el acceso al alquiler a migrantes con el fin de ''romper con estereotipos racistas que discriminan a las personas migradas''. También recuerdan a los ayuntamientos la obligación de ''inscribir a los vecinos que realmente viven en el domicilio'' para que formen parte del Padrón municipal.

''Cuando no se dispongan de recursos, solicitar el apoyo de las entidades eclesiales que puedan compartirlos''

Señalan además la falta de acceso a sanidad, recursos sociales y enseñanza, pues son personas en situación de vulnerabilidad y con dificultades serias para regularizar su situación en la administración. Así mismo, se fijan en que no se pueden ''normalizar absusos'' de los contratos de las trabajadoras de hogar. No conseguir el asilo "contribuye a las mafias de compraventa de citas y dejan a las personas totalmente desprotegidas y desamparadas, sin poder acceder al sistema de acogida ni a otros recursos, abocando a una situación de calle cada vez más preocupante".

Los convocados han establecido diez propuestas. Una de ellas consiste en ''reforzar el acompañamiento integral y espiritual de las personas y familias migradas'', trabajar las herramientas ''que en redes sociales contribuyan a conectar'' o que las diócesis que sufren la desploblación se aglutinen ''para a organizar sesiones o jornadas de sensibilización al respecto''.

Recuerdan que la Iglesia es custodia ''de la dignidad de toda vida humana y del bien común'', por eso los empresarios, arrendatarios y trabajadores cristianos no deben ''permitir prácticas de explotación y lucro a costa de la vulnerabilidad o de la situación administrativa de las personas''.