La fiesta de Pentecostés, el descenso del Espíritu Santo sobre los Apóstoles y el nacimiento de la Iglesia
Cincuenta días después de la Pascua ponemos fin al periodo pascual y celebramos la Consagración de la Iglesia, cuyo principio lo marca esta epifanía
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Este domingo, 23 de mayo, celebramos la festividad de Pentecostés. Cincuenta días después de la Pascua ponemos fin al periodo pascual. Esta festividad se celebra tanto en la religión judía como en la religión cristiana.
La Iglesia dedica la semana de Pentecostés en honor al Espíritu Santo, pero también celebra la Consagración de la Iglesia, cuyo principio lo marca esta epifanía.
El significado de Pentecostés
Para los cristianos es la conmemoración del descenso del Espíritu Santo sobre los Apóstoles de Jesucristo, que marca el nacimiento de la Iglesia. El término, como tal, hace precisamente alusión a los cincuenta días que transcurren desde la Pascua hasta el Pentecostés. Los cristianos celebran en el Pentecostés la Venida del Espíritu Santo, que tuvo lugar, según la Biblia, el quincuagésimo día después de la Resurrección de Jesucristo.
En el Nuevo Testamento, en Hechos de los Apóstoles, capítulo 2, se relata el descenso del Espíritu Santo durante una reunión de los Apóstoles en Jerusalén, acontecimiento que marcaría el nacimiento de la Iglesia cristiana y la propagación de la fe de Cristo: "Se llenaron todos de Espíritu Santo y empezaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les concedía manifestarse"
Para los judíos, Pentecostés supone la celebración de la entrega de la Ley a Moisés en el Monte Sinaí, cincuenta días después del éxodo. El origen de Pentecostés se basa en una fiesta judía llamada Shavuot, en la que se celebra los 50 días que han transcurrido tras la aparición de Dios en el monte Sinaí. Durante el domingo de Pentecostés los judíos conmemoran la entrega de los mandamientos al pueblo de Israel. A su vez, la fiesta de los judíos se originó en una fiesta pagana de carácter agrícola, pues era el tiempo en la que se producía la recolección agrícola y los primeros días de siega. Así, la fecha de la fiesta era móvil, ya que dependía del ritmo de la agricultura.
Los orígenes de la fiesta
Pentecostés, como una fiesta cristiana, se remonta al siglo I, aunque no hay evidencia de que fuese observada, como es el caso de la Pascua; el pasaje en Corintios probablemente se refiere a la fiesta judía.
Esto no es sorprendente, pues la fiesta, que originalmente duraba un sólo día, caía en domingo; además estaba tan estrechamente unida a la Pascua que parece ser no mucho más que la terminación del tiempo pascual. El color de las vestimentas de los sacerdotes es rojo, que simboliza el amor del Espíritu Santo o de las lenguas de fuego.
Las tradiciones en España
En España no es fiesta nacional, pero existen varios lugares en los que se celebra de manera importante. En Almonte, Huelva, tiene lugar la celebración de la Virgen del Rocío una romería multitudinaria en la que miles de personas y hermandades de España y Europa peregrinan hasta la aldea de El Rocío a caballo o en carro para conmemorar el Lunes de Pentecostés, día en el que sacan a la Virgen en procesión. Esta procesión ha sido suspendida por segundo año consecutivo el coronavirus.
En Atienza, en la provincia de Guadalajara, también tiene lugar una fiesta denominada La Caballada. Esta fiesta ha sido declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional, en la que los cofrades montan a caballo, realizan carreras, sacan a la Virgen de la Estrella en procesión y se pagan las curiosas “multas” en libras de cera al son de dulzainas y tamboriles. También este evento tuvo que suspenderse por segundo año consecutivo.
Las tradiciones en Europa
En Italia era costumbre esparcir pétalos de rosas desde el techo de las iglesias para recordar el milagro de las lenguas de fuego. En Francia era costumbre el toque de trompetas durante el servicio divino, con el objeto de recordar el sonido del poderoso viento que acompañó el descenso del Espíritu Santo.
En Inglaterra, la nobleza se entretenía con carreras de caballos. En las vísperas de Pentecostés, en las Iglesias Orientales se realizaban servicios extraordinarios de genuflexión, acompañados por largas oraciones poéticas y Salmos. Para los festejos de Pentecostés, los rusos llevan flores y ramas verdes en sus manos.