La reflexión de Julián Lozano tras los asesinatos en Alcorcón y Fuenlabrada: "Sin Dios, todo está permitido"
El delegado de medios de la diócesis de Getafe asegura en ECCLESIA que la violencia creciente en la sociedad se debe al nihilismo y a una cultura individualista alejada de Dios
Publicado el - Actualizado
3 min lectura
El delegado de medios de la diócesis de Getafe, el Padre Julián Lozano, considera que los asesinatos de dos jóvenes en Fuenlabrada y Alcorcón obedecen a un ambiente de violencia que sigue creciendo entre los grupos juveniles. Ambos chicos, de 21 y 19 años, perdieron la vida tras recibir sendos disparos con un arma de fuego por parte de una organización criminal.
¿Cómo es posible que estos hechos sigan ocurriendo en un país desarrollado como España? ¿Qué falla? ¿Es todo cuestión de educación familiar o hay detrás una pérdida de valores morales? Son cuestiones a las que el Padre Julián Lozano ha tratado de dar respuesta en ECCLESIA.
El nihilismo que impera en la sociedad: "Nada merece demasiado la pena"
Para explicar lo que está ocurriendo, el sacerdote madrileño se ha remontado a las palabras de Benedicto XVI hace quince años, en una carta dirigida a la diócesis de Roma sobre 'emergencia educativa', donde el hoy Papa Emérito reflexionaba sobre lo que estaba ocurriendo en la cuestión de la transmisión de la educación y los valores.
De esta manera, Julián Lozano recuerda que Joseph Ratzinger planteaba si el problema estaba en las nuevas generaciones, aunque el Santo Padre afirmó que se trataba de la misma humanidad, pero trasladada al siglo XXI. A juicio de Benedicto XVI, la raíz del problema se encontraba en un ambiente nihilista que imperaba ya en nuestra sociedad.
“Si nada es seguro y cierto, no hay un origen de donde venimos ni hay una meta, si se abandonan las certezas sobre el sentido de la vida que viene de Dios, esto genera el pensamiento de que nada merezca demasiado la pena, como mi vida o la vida del otro. Si venimos del azar y nos dirigimos a la nada, todo pierde consistencia, por lo que algo tremendo como arrebatar la vida a otro ser humano impunemente, comienza a extenderse”, argumenta el delegado de medios de la diócesis de Getafe.
"La cultura posmoderna nos vendía que seríamos libres"
Para continuar con su reflexión, Lozano ha hecho alusión a la 'cultura de la muerte' del que hablaba Juan Pablo II y de la 'cultura del descarte' al que alude Francisco, y que en ambos casos tienen que ver con la valoración de la dignidad de la persona y el sentido de la existencia.
“Cuando a nuestros jóvenes, a quienes desde hace años se les transmite que nada es cierto, que todo depende de uno mismo, se acaban uniendo a grupos que, aunque tengan prácticas contrarias a la moral, encuentran su refugio y sentido. De ahí viene muchas veces que hagan actividades que son dañinas para ellos y para otros”.
Así las cosas, el sacerdote opina que la cuestión educativa es un problema profundo, que hace alusión a las certezas sobre la vida, el sentido del todo y la dignidad de la persona: “Eso está desapareciendo y la cultura posmoderna nos vendía que seríamos libres, porque cada uno daría el sentido que quisiera a su vida y hacer lo que queramos, y efectivamente hacemos lo que nos da la gana, vivir desde nosotros sin importarnos el bien, la belleza y la grandeza de mi vida y la de los demás”, ha expresado.
"Si Dios no existe todo está permitido"
Sobre la revolución cultural que se impone en el mundo de hoy, donde la libertad individual es un bien a seguir, Lozano recordaba las palabras de Dostoyevski a principios del siglo XX, en la que planteaba que “si Dios no existe todo está permitido”.
“Se ha eliminado a Dios de la referencia cultural. Desapareciendo Dios, ha desaparecido la persona y esta es la revolución cultural de ahora. Cuando uno descubre que detrás de todo está Dios y se ha hecho hombre para enseñarle su destino y grandeza, y a partir de ahí a mi prójimo le tengo que tratar como imagen y semejanza de Dios. En estas manifestaciones de violencia y desprecio como la de Fuenlabrada y Alcorcón, la mirada moral de la ética está ausente, porque voy a lo mío y si me estorbas acabo contigo. El perdón no existe, sino la venganza”, ha reflexionado Julián Lozano en ECCLESIA.