La reiniciación cristiana de adultos, "un reto ilusionante para el catecumenado”
El Encuentro de responsables para el catecumenado de las diócesis españolas se ha clausurado con una mayor concreción en lo referente a la etapa de personas adultas
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Más de una treintena de participantes han concluido estas jornadas, en las que la Casa Diocesana de Málaga ha sido escenario de la reflexión y el compartir en torno al catecumenado. Tras la intervención, el segundo día, del vicario episcopal y delegado del Catecumenado de Girona, Joan Amich i Raurich, que habló sobre la importancia de la etapa del precatecumenado en el proceso catecumenal, los participantes pudieron tratar en grupos las necesidades, dificultades y posibilidades del proceso catecumenal en las diócesis.
En la última jornada, Francisco Romero Galván, secretario técnico de la Comisión Episcopal para la Evangelización, Catequesis y Catecumenado, ha abordado la reiniciación cristiana de adultos, que ha descrito como “reto ilusionante”. «La realidad que vivimos no es motivo para el desencanto misionero -afirma-. Pero por ello mismo, hemos de renovar el ardor evangelizador y misionero y contagiar a nuestras comunidades cristianas». Romero ha incidido en la experiencia de adultos que tienen que reiniciarse en su fe, «porque ya han recibido el bautismo pero han olvidado lo que recibieron, cristianos sacramentados pero no partícipes en la fe».
"Buscar modos y maneras de ayudar y suscitar esa pregunta religiosa"
También se centra en despertar en los participantes las respuestas a varios interrogantes: cómo anunciar el Evangelio, dónde, en qué ámbitos de la vida y quiénes son los agentes principales de esta misión. El secretario técnico de esta comisión concluye su aportación con la invitación a que «desde las comunidades cristianas se sigan buscando modos y maneras de ayudar y suscitar esa pregunta religiosa a aquellos que recibieron los sacramentos de Iniciación Cristiana, pero viven una fe incipiente aún, no madura; a preguntarse por la catequesis de adultos, y a cuestionar en las comunidades «si estamos respondiendo a esta necesidad en la Iglesia».
El encuentro ha tenido tiempo también para el testimonio del diácono permanente de la diócesis de Cádiz, Manuel López López sobre cómo acompañar a los adultos en la etapa del precatecumenado.
"Es necesario el trabajo con la familia, incluidos los abuelos"
La última ponencia de estas jornadas ha corrido a cargo del vicario episcopal para la Evangelización y la Transmisión de la Fe de la Diócesis de Getafe, Jesús Úbeda, quien ha abordado la cuestión de cómo acompañar en esta etapa a niños y adolescentes.
En su reflexión, Úbeda ha destacado el necesario trabajo con la familia, incluidos los abuelos, porque su papel es sustancial en el precatecumenado para propiciar en los pequeños el encuentro con Cristo. También el de los profesores, sacerdotes, catequistas e incluso el resto de niños de la comunidad parroquial.
«Para el niño, afirma Úbeda, la presencia de Cristo es fácilmente identificable en dos presencias muy concretas: los otros niños y los pobres». Respecto a los adolescentes, comprendidos entre los 13 y los 17 años, los jóvenes necesitan ver la relación entre la fe y la vida para entrar en el verdadero proceso del precatecumenado. En ese camino pueden resultar útiles, ha apuntado, recursos audiovisuales como series de ficción o música que enganchen con sus intereses y sirvan de medio para ayudar al joven a ver concretada la acción de Dios en la vida de las personas.