El sacerdote Antonio Rodríguez presta declaración este viernes por el atentado terrorista de Algeciras
El cura fue herido tras ser atacado por Yassine Kanjaa, el presunto yihadista que también asesinó al sacristán de una parroquia el 25 de enero e hirió a varias personas
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El juez de la Audiencia Nacional Joaquín Gadea tomará declaración este viernes, 24 de marzo, al sacerdote salesiano Antonio Rodríguez Lucena y al otro hombre que fueron atacados por el presunto responsable del ataque cometido en Algeciras el pasado mes de enero en el que fue asesinado un sacristán y resultaron heridas varias personas.
Yassine Kanjaa, presunto autor de los hechos, dejó herido al cura tras atacarle con un machete, aunque pudo recuperarse posteriormente. El supuesto yihadista también atacó a un testigo de los hechos que podrá dar su versión al juez.
Antes, este martes 21 de marzo, tomará declaración otros ocho testigos. Entre los mismos se encuentran un policía que fue testigo presencial del ataque, los dos agentes que detuvieron al investigado y otro policía que presenció las circunstancias que rodearon la detención.
Esta ronda de declaraciones se completa con las que el juez practicó el pasado viernes. Gadea pudo escuchar a uno de los compañeros de piso de Kanjaa y a su hermano, aunque todavía tiene pendiente tomar declaración a otro compañero de piso, un vecino y amigo del presunto yihadista.
Uno de los compañeros de piso del presunto responsable del ataque confirmó que Kanjaa cambió de hábitos de manera radical y que escuchaba de manera asidua el Corán a través de audios desde su teléfono móvil.
Fuentes jurídicas confirmaron también que en su declaración como testigo el compañero de piso ratificó su declaración anterior en comisaría. En la misma explicó que Kanjaa pasó de beber alcohol y fumar hachís a variar sus costumbres repentinamente, según plasmó el instructor en una de sus resoluciones.
El presunto yihadista, en prisión desde el 30 de enero
El juez Gadea decretó el 30 de enero, tras escuchar al presunto yihadista en sede judicial, prisión provisional sin fianza y le atribuyó los delitos de asesinato y lesiones con fines terroristas que, advirtió, podrían conllevar la prisión permanente revisable.
En su resolución, el juez indicaba que la actividad desarrollada por Yassine Kanjaa se podía calificar como un ataque yihadista dirigido tanto contra sacerdotes que profesan la fe de la Iglesia como contra musulmanes que para el investigado no siguen los preceptos del Corán.
Relataba a su vez que la conducta del investigado fue consciente y que tenía definidos sus objetivos, teniendo la opción de causar uno daños mayores, focalizó su acción concretamente sobre los sujetos a quienes atacó, a los que eligió de forma deliberada.
Explicaba que la primera de las acciones fue contra los sacerdotes, reconociendo que su intención era matar a todos los sacerdotes que se encontraban en la iglesia. En segundo lugar, indicaba el magistrado, centró su ataque contra un marroquí al que consideraba infiel, al creer que estaba ante un marroquí converso.