El testimonio de Juan José Aguirre desde Bangassou: "Sin vuestra ayuda, a través del DOMUND, no somos nada"
El comboniano lleva 42 años en Centroáfrica y ha enviado una carta agradeciendo toda la ayuda que está recibiendo por los muchos proyectos que lleva adelante
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El comboniano Juan José Aguirre, obispo de Bangassou, en la República Centroafricana, ha enviado una carta agradeciendo toda la ayuda que está recibiendo por los muchos proyectos que lleva adelante en esta zona de “alto riesgo”: “Yo estoy bien, ya llevo 24 años como obispo y 42 de presencia en Centroáfrica”.
Aguirre abre su carta con la foto de uno de sus curas, Francis, 33 años, montado en una moto para llegar a los ejercicios espirituales que duran una semana en Bangassou: “Nuestros caminos son pistas de selva, empapadas de lluvia y barro […] intentamos no perder la sensatez y dar ánimo a la gente para que no pierda esperanza. Mi cura […] está en la misión más alejada de la diócesis. Tiene que franquear bastantes barreras de mercenarios armados hasta los dientes. Ha tardado 5 días y llegó bien”.
El obispo español en Bangassou ha explicado en su última carta que de los catorce “grupos de mercenarios que nos han pisoteado desde el 2018 sólo quedan dos”. Aún así, Aguirre tendrá que pedirle permiso “para celebrar una ordenación sacerdotal en sus dominios, el 8 de diciembre, día de la Inmaculada”.
La segunda foto que aparece en la carta es la de un grupo de huérfanos de la parroquia Catedral donde aparece además una de las hermanas que los cuida, escolariza y protege: “Esta hermana que se ocupa de los 350 huérfanos que tenemos en nuestra diócesis (la mayoría víctimas de la guerra o cuyos padres han muerto de Sida) se llama Yolanda, es centroafricana y es una Madre Teresa viviente. Ella lleva los comedores, se ocupa de escolarizar a todos los críos y de seguir a los más mayores cuando llegan a la universidad. Igual acogemos un bebé con 3 meses y lo seguimos por 20 años hasta la universidad”.
El proyecto “Huérfanos” nació hace 23 años y fue uno de los primeros que Aguirre puso en marcha tras su consagración episcopal: “Ella los lleva al hospital de la diócesis que se llama “Bangondé”, que empezó como centro de enfermos terminales de Sida, ahora tiene la sala de leprosos, la odontología, la pediatría, la maternidad y el quirófano donde cientos de enfermos pasan cada semana (en donde han venido a operar muchos médicos de Córdoba), también los huérfanos”.
Otro de los proyectos es la “Casa de la Esperanza”, la casa de los ancianos con demencia senil, “que son acusados en los barrios de brujería y la misión católica los protege y cuida hasta la muerte”.
“Por no hablar de las 18 escuelas, en donde están escolarizados 10.000 alumnos y que es la vida de la diócesis junto con la vitalidad y fuerza de las parroquias, los cursos de costura para madres solteras, o los de carpintería para jóvenes salidos en estado de shock traumático de la guerrilla, o de soldadura o los de alfabetización”, remarca Juan José Aguirre que en este mes del DOMUND ha querido subrayar que “sin la gracia de Dios no somos nada. Sin vuestra ayuda, a través del DOMUND, de las ONG, de las Fundaciones como la nuestra de Bangassou o particulares...tampoco”.