Tíscar Espigares: “Llevamos años pidiendo corredores humanitarios en nuestro país sin obtener respuesta”

El último salto a la valla de Melilla ha sido uno de los más violentos de los últimos años. Varios centenares de personas trataron de pasar la frontera desde el lado marroquí, en un intento que costó la vida de al menos 37 personas, según varias ONG, y dejó más de 300 heridos. En su programa final de temporada, ‘Ecclesia’ (TRECE, domingos a la 13:00 h) trató de analizar lo sucedido y puso sobre la mesa posibles respuestas acorde a las enseñanzas de la Iglesia.

Corredores humanitarios

Tíscar Espigares, responsable de la Comunidad de Sant’Egidio en Madrid, valoró los obstáculos físicos y administrativos que estas personas se encuentran en su camino hacia Europa cruzando todo el continente.

“Lo que hemos visto en la valla de Melilla es la enésima consecuencia de un mundo que se blinda en su bienestar, ajeno e indiferente al sufrimiento del sur mundo. Mayoritariamente eran sudaneses amparados por el derecho internacional, tenían derecho a pedir asilo político”. Tíscar también explicó el trabajo que desde Sant’Egidio realizan en el socorro y la acogida de estas personas en otros países europeos a través de los corredores humanitarios. “50.000 personas han sido acogidas e integradas de una manera segura”. Una asignatura todavía pendiente en nuestro país. “Llevamos años pidiéndolos en nuestro país a gobiernos de distinto signo, y la respuesta que obtenemos es la no respuesta”. La cooperación humanitaria sería una de las vías para garantizar tanto el derecho a la migración como el derecho a no migrar, ha subrayado Tíscar en TRECE.

Una mirada más humana

Por su parte, Sara de la Torre, redactora jefe de la ‘Revista ECCLESIA hizo una valoración de las reivindicaciones de los obispos españoles, publicadas en la nota ‘No más muertes en la frontera’. “Hay quitar la demagogia y el uso partidista que se hace de estos sucesos, y tener una mirada más humana hacia el drama de estas personas”. La Iglesia y el mismo Papa Francisco realizan continuos llamamientos a la acogida e integración. “¿Es escuchada? Quizás deberíamos abrir los oídos y convertir el corazón de piedra y la indiferencia con la que vivimos estos sucesos”.

Devoluciones en caliente

El diácono permanente de Melilla, Fernando Moreno, también intervino en el programa para dar su perspectiva, que se sensibilizó especialmente con los migrantes cuando vio en persona las condiciones a las que se enfrentaban. Una realidad que conoce y vive de primera mano en su diócesis, colaborando con la Asociación ‘Geum Dodou’ de la que es miembro.

“Estas personas vienen a enriquecernos y compartir su vida, y encuentran un rechazo frontal cuando no la muerte o la devolución en caliente. Es una situación muy dolorosa”. De hecho, Geum Dodou (que se traduce como "vida y coraje") trabaja desde 2018 en proponer un espacio de acogida y familiaridad para los migrantes, y en el que miembros de la comunidad cristiana se están volcando cada vez más de forma voluntaria. Una forma de poner en práctica el consejo de acoger, proteger, promover e integrar del Papa Francisco.