Uno de los sacristanes más jóvenes de España desvela qué secretos esconde este oficio
Jacob es de Valencia
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Tiene 34 años, y no es empresario, ni bombero, ni ingeniero... es sacristán. Jacob García trabajaba en una multinacional, cuando un fuerte ataque de ansiedad le derivó en problemas de salud, impidiéndole continuar en su trabajo.
"Es un oficio que pasa desapercibido", ha empezado asegurando Jacob, que, tras tres años de sacristán en la Catedral de Valencia, ha asegurado tener "más calidad de vida". Según el valenciano, "la juventud busca mucho ser alguien y tener poder", lo que genera que muchas veces "nos olvidemos de vivir". "Mi vocación es ser padre de familia, y no trabajador", ha comentado durante la entrevista, haciendo alusión a la época en la que trabajaba para una multinacional. Ahora, Jacob hace "lo que me gusta", ya que gracias a este trabajo en la Catedral, "estoy al servicio de Dios y de la Iglesia, y además puedo ser padre y esposo".
Un poco "de todo"
Sin embargo, el oficio de sacristán no es para cualquiera. Jacob García ha afirmado que "tiene que haber vocación". Su trabajo, tal y como ha detallado en el programa de Álvaro de Juana, consiste en "preparar todo el rito litúrgico y realizar el mantenimiento dentro de las facultades de cada uno", como por ejemplo, en su caso, "pintar capillas, tapizar reclinatorios, cambiar bombillas...un poco de todo", cada uno según sus capacidades.
En ese sentido, Jacob ha contado cómo la Catedral de Valencia ha apostado por la juventud para realizar este trabajo: él empezó con 30 años, y ahora tiene un compañero de 28. Su juventud le ha llevado a crear un perfil en redes sociales, donde da consejos sobre la fe y muestra su trabajo a los más jóvenes.
"Todo empezó con una foto o un vídeo, y me decían que podría hacer ver a la gente que la Iglesia es joven", ha asegurado el sacristán que define de esta manera su presencia en redes sociales: "