Valencia se vuelca en favor de la vida en el Santo Rosario: "Sin ella no habrá paz ni respeto a la persona"
Miles de personas secundan el rezo del Rosario a favor de la vida, la familia y la paz celebrado en Valencia, convocados por los obispos de la Provincia Eclesiástica Valentina
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Más de 2.000 personas han participado en el rezo del Santo Rosario a favor de la vida, la familia y la paz celebrado en la Plaza de la Virgen de Valencia y convocado por los obispos de la Provincia Eclesiástica Valentina, que integra a las tres diócesis de la Comunidad Valenciana y las tres de las Islas Baleares.
Durante el rezo del Rosario, cada diócesis se encargó de la defensa de una temática diferente en defensa de la vida. Por ello, cada uno de los cinco misterios se centró en distintos ámbitos como el aborto, la eutanasia, la violencia (ocasionada por la guerra, el terrorismo, los homicidios y suicidios), la vida frente al hambre y las enfermedades que serían curables con nuestra ayuda y no son atendidas, y la formación en la defensa de la vida, en la clase de religión y moral católica.
"La vida está amenazada"
El admnistrador apostólico de Valencia, el cardenal Antonio Cañizares, ha precisado que esta convocatoria el Rosario responde a “la amenaza para el hombre y la cultura de muerte de la sociedad actual, que no aprecia la vida”, ha señalado.
“Tenemos tantas situaciones donde la vida es amenazada, no sólo el aborto y la eutanasia con legislaciones inicuas, también los millones de personas que mueren de hambre y en la guerra, ahora con una amenaza nuclear, o ese largo horizonte de Via Crucis de nuestro tiempo que viven los que tienen que salir de sus tierras y emigrar por hambre, o motivos políticos o sociales, y tienen que cruzar el mar y muchos mueren en las pateras”, ha explicado.
Por todo ello, Cañizares ha abogado por “gritar y clamar por la vida. Sin ella no habrá paz ni respeto a la persona que será conculcada en su derecho más fundamental: el derecho a la vida. Hay que decir ‘ya basta’ y propugnar la cultura de la vida que es la cultura del amor, la verdad, la libertad, del respeto a la dignidad de la persona humana, y eso es necesario”.
"La ancianidad también tiene una dignidad"
Por su parte el obispo de Orihuela-Alicante, José Ignacio Munilla, ha hecho hincapié en que el Rosario y el recurso de María es la respuesta católica “a esta crisis en la que estamos ciertamente introducidos de una manera muy grave. Es grave el momento que vivimos, es un momento de profunda crisis antropológica, y creemos que es la respuesta adecuada”, ha precisado.
Para Munilla, la regulación de la eutanasia conlleva una cultura “en la que los enfermos nos están estorbando, nos sobran, y se proponen salidas por la puerta de emergencia sin entender que la ancianidad también tiene una dignidad, que la enfermedad tiene una forma de ser afrontada”, ha lamentado.
"El aborto es eliminar a una persona"
El titular de la diócesis de Segorbe-Castellón, Casimiro López, ha centrado su intervención en la tragedia del aborto y el derecho a la objeción de conciencia del personal sanitario: “Está científicamente demostrado que desde la concepción, desde el primer momento, hay vida humana. Por tanto, interrumpir el embarazo no es interrumpir sino eliminar a esa persona”, ha recalcado.
En este sentido, el obispo ha llamado a los cristianos a levantar la voz “para decir que no se puede crear un derecho inexistente al aborto, a matar, es un crimen”, ha asegurado.
"Cuando hablamos de vida, hablamos de familia"
El obispo de Mallorca, Sebastià Taltavull, ha abogado por profundizar en la formación sobre la promoción humana, y que a su juicio tiene que partir “de la familia, la educación y la Iglesia”. De esta forma, “cuando hablamos de vida, hablamos de familia, como comunidad de vida y de amor; es el primer lugar donde empezamos a entender la vida, a vivirla y promocionarla desde el amor y el servicio a los demás”, ha explicado. Además, “desde el primer momento de la concepción, los padres pueden transmitir una serie de valores, como los valores humanos o los del Evangelio”. En consecuencia, “desde pequeños, cuando esta comunidad existe y se respira en la familia, el resultado es patente”, ha aseverado.
El titular de la diócesis de Ibiza, Vicente Ribas, ha agregado que “nos cuesta reconocer y pedir al Señor que nos ayude a valorar nuestra vida, a reconocer la dignidad de toda vida, de aquellos que están en camino, que pronto estarán entre nosotros y de aquellas personas mayores, necesitadas y ancianos que necesitan todo nuestro cuidado, todo nuestro respeto, toda nuestra ayuda”.
Por último, el administrador diocesano de Menorca, Gerard Villalonga, ha recordado que octubre es el mes del Rosario, en el que los cristianos le pedimos a la Virgen que nos ayude en todas nuestras necesidades.
“Pedimos el reconocimiento de la sociedad a este ‘sí’ que nosotros procuramos, dentro de la pastoral familiar”, y “que no quede reducido a este momento, sino que tenga una continuidad mediante la irradiación de las familias cristianas que hacen presente este ‘sí’ en sus vidas y a favor de la vida, para que se refleje y para que sean un espejo en el que pueda mirarse toda la sociedad”, ha indicado.