Un voto europeo que piense también en las personas migradas: "Puede tener un impacto transformador"

En el sueño de cocrear juntos la Europa que habitamos, caminan a nuestro lado también las personas migradas. El Servicio Jesuita a Refugiados, organización internacional encargada de acompañar, servir y defender los derechos de los refugiados y otras personas desplazadas, ha lanzado una campaña titulada querido parlamento europeo.

Su director, el jesuita Alberto Ares, ha explicado en TRECE que "los desafíos que enfrentamos en la actualidad especialmente en materia de inmigración y asilo son enormes y en ellos nos jugamos el futuro. Es un momento histórico donde los propios valores que conforman la Unión Europea están en juego".

En este sentido, Ares considera que están en riesgos valores originarios de la UE como la solidaridad o la dignidad de la persona, por lo que pide a la sociedad europea "que nos informemos, nos impliquemos en los debates y participemos de manera activa" en un contexto de alta polarización como el que vivimos, especialmente con la realidad migratoria: "Es importante reflexionar, echar mano de nuestra mirada crítica de la realidad, de nuestros valores y compartir reflexiones para que nuestra participación esté orientada a la búsqueda del bien común, a una Europa donde de gusto vivir", ha expresado.

España necesitará 200.000 migrantes para mantener el sistema productivo

En la campaña del Servicio Jesuita a Refugiados se pide a todos los ciudadanos de la UE que voten este domingo pensando también en estas personas, ya que como expone Alberto Ares, la población migrada "no es algo circunstancial, sino que se ha convertido en un rasgo definitorio de nuestra sociedad, en la que la gran mayoría de las personas han venido para quedarse, formando aquí sus familias, desarrollando sus procesos vitales y participando sustancialmente en la dinámica social de nuestro país", ha expresado en 'Ecclesia al día'.

En España vivimos casi nueve millones de personas que han nacido fuera de nuestro país, más de dos millones con nacionalidad ya española, casi un 19% de la población que reside en España. En el Informe España 2050 se nos dice que España necesita alrededor de 200.000 personas migrantes para mantener nuestro sistema productivo y nuestra pirámide poblacional tremendamente envejecida.

"Nuestro voto puede tener un impacto transformador"

Cuestionado si el voto puede cambiar la actual política europea en materia de migración y refugio, Alberto Ares es optimista ya que algunos grupos han incorporado estas peticiones en sus programas electorales: "Invitamos a todos los ciudadanos y ciudadanas europeos, especialmente a los más jóvenes, que son el eje de nuestra campaña, a que nos informemos para que nuestro voto pueda tener un impacto transformador», comenta el director del Servicio Jesuita a Refugiados.

Ares aborda también el marco que plantean los últimos acuerdos, que los países miembros han calificado de históricos, pero que han sido muy criticados por la Iglesia española. Respecto al denominado Pacto Europeo de Migración y Asilo, destaca que "el énfasis del pacto en el control fronterizo y la posibilidad de detener y expulsar a personas migrantes creemos que no encarna los valores de la UE. Además, la complejidad del mecanismo de solidaridad y la posibilidad de procedimientos acelerados y de no admisión suscitan muchas dudas sobre la eficacia del Pacto a la hora de abordar la cuestión de la migración", ha sostenido,

En la campaña, se promueven una serie de deseos, una propuesta constructiva que nos anima a todos a implicarnos. Ares se hace eco de la propuesta, que viene a ser una invitación a abrirnos, como Europa, a la hospitalidad y la acogida, a poner fin a la detención de personas migradas por el simple hecho de no tener papeles, a detener las políticas que externalizan la responsabilidad de proteger a las personas más necesitadas y a ampliar las vías seguras y legales para llegar a Europa. "Vivimos momentos complejos, pero claro que hay soluciones que existen, que son reales y que son plausibles. Por supuesto, que exige de nuestro compromiso y de voluntad política que busque el bien común, y no solo la ceguera del corto plazo", explica. En definitiva, una propuesta que construya, con el voto consciente y justo, una Europa más humana, más hospitalaria y abierta a las personas migradas o refugiadas que necesitan ser acogidas.