Adviento con Santa Teresa de Jesús; I miércoles de Adviento (3-12-2014), por Ángel Moreno de Buenafuente
Madrid - Publicado el - Actualizado
2 min lectura
Adviento con Santa Teresa de Jesús; I miércoles de Adviento (3-12-2014), por Ángel Moreno de Buenafuente
La liturgia de la Palabra del I miércoles de Adviento es Is 25, 6-10a; Sal 22; Mt 15, 29-37
PREPARATIVOS NUPCIALES
El Adviento es el tiempo previo a la celebración de la Navidad, misterio en el que se funda la fe cristiana, por la Encarnación del Hijo de Dios, que se hace hombre en el seno de María, mujer nazarena.
Santa Teresa vive de manera especial el misterio de las nupcias de Dios con la naturaleza humana. He escuchado a Antonio Mas decir que, según Santa Teresa, la Encarnación es un beso de Dios en la boca de la humanidad. Un auténtico desposorio. "También he pensado si pedía aquel ayuntamiento tan grande, como fue hacerse Dios hombre, aquella amistad que hizo con el género humano; porque claro está que el beso es señal de paz y amistad grande entre dos personas. Cuántas maneras hay de paz, el Señor ayude a que lo entendamos" (Los "Conceptos del Amor de Dios" 1, 10).
La doctora mística describe un itinerario espiritual hasta llegar a las moradas más altas, donde acontece la unión de Dios con el alma. "Pues, Señor mío, no os pido otra cosa en esta vida, sino que me beséis con beso de vuestra boca, y que sea de manera que aunque yo me quiera apartar de esta amistad y unión, esté siempre, Señor de mi vida, sujeta mi voluntad a no salir de la vuestra; que no haya cosa que me impida pueda yo decir, Dios mío y gloria mía, con verdad que son mejores tus pechos y más sabrosos que el vino" (Los "Conceptos del Amor de Dios" 3, 15).
INVITADOS A BODAS
Las imágenes de los manjares, el vino, la copa, el festín, se hacen realidad en el banquete eucarístico.
"? festín de manjares suculentos, un festín de vinos de solera; manjares enjundiosos, vinos generosos".
"Preparas una mesa ante mí, enfrente de mis enemigos; me unges la cabeza con perfume, y mi copa rebosa" (Sal 22).
"Tomó los siete panes y los peces, dijo la acción de gracias, los partió y los fue dando a los discípulos, y los discípulos a la gente. Comieron todos hasta saciarse y recogieron las sobras: siete cestas llenas" (Mt 15, 35-37).
Santa Teresa centró su espiritualidad en la participación en la Eucaristía. "Ya yo veo, Esposo mío, que Vos sois para mí; no lo puedo negar. Por mí vinisteis al mundo, por mí pasasteis tan grandes trabajos, por mí sufristeis tantos azotes, por mí os quedasteis en el Santísimo Sacramento y ahora me hacéis tan grandísimos regalos. Pues, Esposa santa, ¿cómo dije yo que Vos decís: qué puedo hacer por mi Esposo?" (Los "Conceptos del Amor de Dios" 4, 10)