Unas cartas muy paulinas: "Cada instante sabe a eternidad"
Madrid - Publicado el - Actualizado
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"Cada instante sabe a vida eterna". Este es el título del libro de la BAC que se presentó esta noche en Getafe. Recoge las cartas que José María Soler y su esposa Carmenchu enviaban a sus familiares durante los doce años que vivieron en El Callao (Perú). El acto estuvo moderado por su hijo sacerdote, Antonio, misionero en Maputo (Mozambique), y en él participaron: el obispo de Getafe, Ginés García Beltrán; el director de la BAC, Jesús Pulido; su hijo mayor, José María, y su nieto Juan Cerezo. "No es una abstración teológica, va dirigido a personas concretas, escribe a su familia", según su hijo mayor, quien indicó que "habla del amor de los hermanos, nos decía que trabajar por dinero sí que es trabajar por nada. Se preocupó por el amor de sus nietos, nos instó al perdón".
"No dejes la oración, hijo, que es la fuerza en la tribulación. No dudes nunca del amor de Dios". Esta es una carta dirigida a su hijo Antonio, sacerdote, que destacó el obispo de Getafe. Para Ginés García, destaca el tono paulino porque habla de la vida cotidiana. "Es una emoción especial cuando un padre le dice a su hijo que tenga fe. Es un verdadero testamento"
Por su parte, Juan Cerezo, editor, destacó la labor de búsqueda de estas cartas entre sus familiares, unas cartas que se caracterizan por la catequesis entorno a la familia, la vida, la enfermad… "En las cartas mi abuelo habla mucho del trabajo, como "el lugar donde puedes desarrollar tu vocación, la voluntad De Dios sobre cada uno".
Además, Jesús Pulido destacó la salida misionera de José María Soler, "una salida salvadora, es el camino que nos conduce hasta el cielo, que no se recorre solo sino con los demás".