Cansados pero llenos de ilusión: los peregrinos americanos toman el aeropuerto de Lisboa para asistir a la JMJ

De Guatemala, Argentina o Costa Rica: los peregrinos del otro lado del Atlántico hacen frente a la distancia y al elevado coste económico para acudir al evento eclesial

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Cansados pero llenos de ilusión: los peregrinos americanos toman el aeropuerto de Lisboa para asistir a la JMJ

José Melero Campos

Publicado el - Actualizado

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Son algo más de las 18.30h en Lisboa. El aeropuerto 'Humberto Delgado' es un hervidero de gente de diferentes nacionalidades que se mueve de un lugar a otro, en la recogida de equipaje o buscando la salida para tomar el taxis que le lleve a la zona centro. Una imagen que estos días vacacionales nos resulta familiar en los aeropuertos españoles.

Pero en Lisboa el clima que se respira es diferente al turista de sol y playa. El continente americano domina el espacio: de Costa Rica, Guatemala o Argentina. Sobre la capital portuguesa están puestos los focos de la Iglesia, al acoger desde este 1 de agosto y hasta el día 6 la Jornada Mundial de la Juventud.

La ilusión es la nota dominante entre los que llegan por aire a Lisboa. “Estamos un poco cansadas pero emocionadas”, comenta una joven de Guatemala en ECCLESIA, que comparte su deseo porque esta experiencia eclesial “nos pueda ayudar a vivir con más fortaleza la fe”.

Cualquier esfuerzo físico o económico queda en un segundo plano para los peregrinos que han recorrido medio mundo para estar en esta cita a la que acudirá el Papa Francisco este miércoles como comenta otra joven del país centroamericano, “el coste económico es inferior al valor de lo que vamos a aprender esta semana acá”.

Andrés y Valeria son pareja desde hace un año. Ya están comprometidos. En la tarde de este domingo aterrizaban en Lisboa desde Costa Rica. Mientras esperan para recoger su equipaje, comparten en ECCLESIA su entusiasmo por lo que se avecina esta semana: “Espero muchas cosas tanto espiritualmente como crecer como persona y conocer más a María”.

Para Valeria, la JMJ servirá para afianzar la relación con su pareja: “Espiritualmente calará en nuestros corazones, tenemos promesas a María en esta peregrinación”, ha expresado.

Para ambos, poder encontrarse con el Santo Padre es una oportunidad enriquecedora que concretamente Andrés llevaba años deseando, ya que no pudo estar en la última JMJ de Panamá: “Por temas económicos no pude, y ahora será algo enriquecedor para llevar el mensaje a Costa Rica”.

También tenido que hacer renuncias económicas para costear el viaje, como agrega Valeria: “Tuvimos que hacer sacrificios y organizarnos, pero podremos disfrutar sin que el dinero sea un límite. Se lo ofrecemos al Señor”, argumenta convencida.

También llega cansada pero con una sonrisa de oreja a oreja Silvana, de 23 años, procedente de Argentina, país del Papa Francisco, aunque es la primera vez que podrá encontrarse con el Pontífice: “Estoy emocionada, me parece bueno el mensaje que da de unión en los jóvene y a la Iglesia, un mensaje de la nueva evangelización”, defiende Silvana.

Para el Padre Pavol también será una JMJ especial, ya que fue ordenado sacerdote hace un año. Llegó hace tres días a Lisboa procedente de Eslovaquia. Se encontraba este domingo en el aeropuerto lisboeta para recibir a los peregrinos de su país: “Cada JMJ es diferente, pero lo más importante es el encuentro entre culturas, celebrar las misas juntos en varias lenguas, poder hablar y platicar con los demás”, ha sostenido.