El testimonio de Esther: "Un accidente que le dejó en silla de ruedas y un aborto cambiaron mi vida"
Junto a su marido han explicado su camino hasta llegar al Señor: "Cuando se anularon todos mis planes de futuro descubrí con el tiempo que todo había sido un regalo"
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"Crecí lejos de la Iglesia, aunque fui bautizada y recibí la Primera Comunión. Me perdía en el mundo. Con poco más de 18 años vivía como cada sin estarlo y tenía una relación muy dependiente que fue de mal en peor. Después de terminar estudios de arquitectura, tuve un accidente que me provocó una lesión medular y por ello estoy en una silla". Así ha comenzado el conmovedor testimonio de Esther durante el Vía Crucis.
Un momento en el que se anularon sus planes de futuro aunque con el paso del tiempo... descubrió que era un regalo: "Me sacó del ambiente en el que estaba, cambió mi mi perspectiva y yo que quería escapar del sufrimiento, me di cuenta de que el Señor cuidó de mí a través de mi familia y del personal del hospital".
Creíamos en las cosas que nos ofrecía el mundo
Todo ello le apasionó "y me empujó a salir de casa, haciéndome encontrar el trabajo que siempre había soñado. Me llevó de la mano hasta que conocí a Nacho, mi mayor regalo, mi marido. Sin embargo, pronto surgieron algunos problemas en nuestra relación, no sabíamos querernos y creíamos en todas las cosas que nos decía el mundo".
Tras ello, Esther se quedó embarzada y debido a dificultades y el miedo... "decidimos interrumpir el embarazo, pensando que el niño aún no era una persona... Después de todo eso, me quedé muy triste y sin sentido en la vida, nunca me había sentido tan vacía. Algo había muerto dentro de mí. Pero el Señor en su infinita misericordia vino a buscarme. Pocos meses después empecé a sentir un amor tan grande, tan grande como era inexplicable... hasta el punto de despertar mi conciencia".
Seguimos pasando por momentos difíciles
"Y me confesé, después de muchos años, sintiendo un profundo arrepentimiento por todo el sufrimiento que había causado a este Padre que tanto me amaba. Él me enseñó a vivir de otra manera y a volver a la Iglesia, donde sabía que Él siempre me esperaba. Entonces me regaló un nuevo embarazo y esta vez lo acogí con gratitud. Y mi preciosa Elisabeth, a la que amo con locura. Siguieron surgiendo nuevos problemas, estaba en una fase de cambio y Nacho no lo entendía".
Un momento en el que tanto ella como su marido valoraron la ayuda de los Centros de Orientación Familiar: "Allí nos enseñaron a mejorar nuestra comunicación. Nacho se entusiasmó con la idea de ir a un retiro y cuando volvió, nuestra relación empezó a mejorar. El 7 de mayo de 2022 nos casamos, fue maravilloso celebrar el sacramento sabiendo que el Señor estaría siempre con nosotros para enseñarnos a siempre estaría con nosotros para enseñarnos a amarnos. Seguimos pasando por momentos difíciles y teniendo problemas cotidianos, pero tenemos la certeza de que todo tiene sentido y que Él nos toma de la mano, incluso en nuestros brazos cuando lo necesitamos".