527 personas han contactado hasta ahora con la oficina de reconocimiento y reparación de víctimas en Francia

Desde el pasado mes de enero, en que echó a andar, 527 personas han contactado con la Instancia Nacional Independiente de Reconocimiento y Reparación (INIRR), la oficina creada por los obispos franceses para atender a las víctimas de abusos sexuales en el seno de la Iglesia. La cifra ha sido facilitada este miércoles por la presidenta de este organismo, Marie Derain de Vaucresson, en el transcurso de la Asamblea Plenaria de primavera celebrada este semana en Lourdes, que termina hoy.

La señora Derain, exdefensora del organismo público encargado de la protección de la infancia, ha informado a los 120 obispos galos de los trabajos de constitución de la INIRR —una de las recomendaciones del informe CIASE— y ha proporcionado un primer perfil de las víctimas. El 68% de ellas, ha dicho, son hombres, teniendo actualmente la mayoría entre 56 y 70 años. El 25% de los denunciantes fueron agredidos cuando tenían entre 6 y 10 años, y el 70%, entre los 11 y los 15. «El 15% revela situaciones de violencia vividas durante periodos muy largos, de tres a veinte años», ha señalado.

Derain de Vaucresson afirma que casi la cuarta parte de quienes se han puesto en contacto con la INIRR «solo quieren dar su testimonio, sin pedir ningún reconocimiento o compensación»; y que aproximadamente la mitad (46%) buscan que se les reconozca su condición de víctimas de alguna manera, por ejemplo, «mediante una carta o una reunión con un líder de la Iglesia». El porcentaje de quienes buscan una compensación económica sería del 56%.

INIRR, víctimas de sacerdotes y de laicos; CRR, víctimas de religiosos

La INIRR se encarga de la recopilación de las víctimas de sacerdotes y de laicos, no así las de los religiosos, de las que se ocupa otro organismo: la Comisión de Reconocimiento y Reparación (CRR), presidida por Antoine Garapon.

El modus operandi de INIRR es el siguiente: cuando contacta con ella una posible víctima, una persona de referencia (abogado o psicólogo) la llama en el plazo de «dos o tres semanas» para comprobar la «verosimilitud» de la denuncia y tomar nota de sus peticiones, ayudándola, si es necesario, a concretarlas. Este «referente» elabora luego un informe de su intervención que contiene las «consecuencias traumáticas», «necesidades» y «solicitudes específicas» de la víctima, informe que es remitido luego a un «colegio de expertos» de doce miembros que debe decidir, caso por caso, la clase de medida restaurativa a aplicar. Si el denunciante persigue una reparación económica y su solicitud prospera, el caso es remitido al Fondo de Ayuda y Lucha contra el Maltrato Infantil (SELAM) creado por el episcopado.

El presidente del Fondo, Gilles Vermot-Desroches, también compareció ante la Plenaria el miércoles, donde dijo que han contribuido a dotarlo «casi todas las diócesis». El pasado mes de enero se informó de que SELAM contaba ya con una dotación de 20 millones de euros.

Derain ha transmitido también a los obispos las dificultades que está teniendo para llevar a cabo su cometido. La primera, problemas de personal. De las cinco personas previstas para integrar el equipo de INIRR, hasta ahora solo se ha contratado a una. Pese a ello, de las 526 denuncias, 54 están ya encaminadas y en vías de solución.

La Iglesia francesa celebró el 20 de marzo la I Jornada de Oración por las Víctimas de Abusos, una de las once resoluciones aprobadas en la Asamblea Plenaria de marzo de 2021 para luchar contra las agresiones y abusos sexuales —también de poder y de conciencia— en el seno de la Iglesia.

Moulins-Beaufort, reelegido

La Plenaria, por último, ha reelegido para un nuevo trienio al frente del episcopado al arzobispo de Reims, Éric de Moulins-Beaufort, respaldando así su valiente gestión en la problemática de los abusos. El obispo de Créteil, Dominique Blanchet, ha sido reelegido también en la vicepresidencia. Como segundo vicepresidente ha sido nombrado el arzobispo de Tours, Vincent Jordy, presidente hasta ahora de la Comisión Episcopal de Catequesis y el Catecumentado.

Moulins-Beaufort (1962) fue secretario privado del cardenal Vingt-Trois antes de ser nombrado obispo auxiliar de París en 2008. En 2018 Francisco lo promovió a la archidiócesis de Reims, su actual sede. Es también copresidente del Consejo de Iglesias Cristianas de Francia y miembro del Foro para el diálogo entre la Santa Sede-Iglesia católica en Francia y el gobierno francés.