La Asamblea Eclesial Nacional y la nueva fase del Sínodo, temas de la Plenaria de los obispos de Chile

Con una Eucaristía presidida por el nuncio, el español Alberto Ortega Martín, comenzó el pasado lunes la 126ª Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal de Chile (CECH). El encuentro tiene lugar en el barrio de Lo Cañas de Florida, en Santiago, y concluye el jueves, día 18. Entre los principales temas a tratar: la Tercera Asamblea Eclesial Nacional, y la fase continental del Sínodo sobre la Sinodalidad. Está previsto que los prelados reflexionen también sobre el acontecer nacional y el ministerio del catequista.

El presidente de la CECH, el cardenal Celestino Aós, dijo en su discurso inaugural que los procesos sinodales —nacional, latinoamericano y universal— están generando en los cristianos «una experiencia de gozo» por el sentimiento de participación. «Los obispos tenemos una misión concreta, somos pastores y no solo tenemos que estudiar y dar una opinión cualquiera sobre las conclusiones, sino hacer un discernimiento en la oración y en el Espíritu Santo, para ver cómo seguir adelante y cómo han de ir cambiando nuestras relaciones para que sean más evangélicas», manifestó.

El nuncio Ortega, por su parte, animó a los prelados a «seguir iluminando con la luz del Evangelio la vida social, la situación en la que estamos viviendo», y a trabajar «en sinodalidad, con toda la Iglesia caminando juntos».

La Tercera Asamblea Eclesial Nacional tuvo lugar en octubre y en ella participaron representantes de todas las diócesis del país. Ahora, según explicó el secretario general del episcopado, Sergio Pérez de Arce, los obispos deben «debatir, escuchar, acoger y buscar, en el fondo, cómo continuamos». «No es un proceso que se pueda decir que finaliza, porque la misión y la vida de la Iglesia requiere siempre renovación», indicó.

Documento de la Comisión Justicia y Paz

La Asamblea Plenaria es la primera que se celebra después del referéndum del pasado mes de septiembre, en el que el pueblo chileno se pronunció mayoritariamente en contra del proyecto de Constitución elaborado por la Asamblea Constituyente surgida de las elecciones de 2021, consecuencia a su vez de las protestas masivas contra la desigualdad y los servicios públicos deficientes habidas en 2019 y 2020. La Conferencia Episcopal hizo el pasado 22 de julio una valoración ético-social de aquel proyecto de Carta Magna en su declaración «Los Obispos de Chile frente a la propuesta constitucional. Elementos para el discernimiento».

La Comisión Justicia y Paz, organismo de identidad laical de la Conferencia Episcopal, lamenta ahora —lo hace en un comunicado difundido este lunes— que, dos meses después de ese plebiscito, los partidos con representación parlamentaria no se hayan puesto aún de acuerdo para presentar un nuevo itinerario que desemboque en un nueva consulta popular y en una nueva Constitución que reemplace a la pinochetista. La propuesta anterior, recuerda, fue «categóricamente rechazada en una votación inédita, con voto obligatorio, la más masiva de la historia del país».

Justicia y Paz llama a dialogar y a alcanzar acuerdos superando las posiciones previas. Insta a «generar procesos de encuentros» y a tratar «de entender y de integrar las distintas y legi?timas posiciones que se encuentran en la bu?squeda de la verdad y del bien comu?n, sin enjuiciar». «Integrar a los diferentes es la garantía de una paz real y sólida», dice el organismo antes de reivindicar la inclusión de las periferias, el cuidado de las instituciones y una información veraz.

Sobre la cuestión mediática, y tras exigir que no se manipulen las noticias ni se difundan falsedades, advierte contra las redes sociales, que —denuncia— ya han contribuido a la falta de diálogo con la divulgación de noticias falsas. «Invitamos a los medios de comunicacio?n y a los usuarios de las redes sociales a estar alertas y verificar la veracidad de la informacio?n que transmiten», concluyen.