Así es Bahréin, el nuevo destino que visitará en noviembre el Papa Francisco
El emirato petrolero cuenta desde diciembre con una catedral para los aproximadamente 80.000 cristianos que hay en el país, casi todos inmigrantes
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Aún no se han apagado los ecos de su visita a Kazajistán, donde ha asistido al VII Encuentro de Líderes de Religiones Mundiales y Tradicionales, y el Papa Francisco ya tiene la mirada puesta en otro viaje: esta vez a Bahréin.
Después que la Santa Sede ha oficializado este viaje, será la segunda vez que el Pontífice acude a la Península Arábiga. La anterior tuvo lugar en 2019 y le llevó a los Emiratos Árabes Unidos. Fue un viaje histórico en el transcurso del cual se produjo la firma con el imán Al-Tayyeb de El Cairo, principal referente del islam sunita, de la Declaración de la Fraternidad, embrión de la posterior encíclica Fratelli tutti.
El de Bahréin será el 39 viaje internacional del pontificado, el décimo a un país de mayoría musulmana, lo que refleja la importancia que otorga Francisco a una buena relación con el islam. Desde su elección para la cátedra de Pedro en 2013, el Papa llegado del fin del mundo ha estado en Jordania (2014), Albania (2014), Turquía (2014), Bosnia-Herzegovina (2015), Azerbaiyán (2016), Egipto (2017), Bangladesh (2017), Marruecos (2019) e Irak (2021).
De 2,5 a 3 millones de cristianos en la Península Arábiga
La visita a Bahréin es posible gracias a una cierta política aperturista de este país hacia los cristianos. Se calcula que en toda la Península Arábiga —Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, Bahréin, Omán, Yemen y Kuwait— hay entre 2,5 y 3 millones de cristianos. Se trata, obviamente, de población inmigrante, con más de un centenar de nacionalidades representadas en el territorio. La situación de que disfrutan allí los creyentes en Jesucristo, en cualquier caso, dista mucho de unos países a otros. Arabia es, con diferencia, la nación en la que lo tienen más difícil para practicar su fe. En los Emiratos o Bahréin, en cambio, gozan de una cierta permisividad, pudiendo asistir a misa en iglesias que, en ocasiones, han sido construidas en terrenos donados por el propio monarca. La presencia de la Iglesia es la esfera pública, con todo, no es ni deseada ni promovida. En los Emiratos la Iglesia tiene a su cargo siete escuelas, en Bahréin una. De momento, nada de universidades u hospitales.
Una catedral en Awali
El reino de Bahréin, un archipiélago de 36 islas ubicado entre Arabia y Catar, cuenta con una población de 1,5 millones de habitantes, un tercio de los cuales viven en la capital, Manama. Pese a que el islam está reconocido como religión oficial, la monarquía reconoce libertad de credo y de culto a las demás religiones. Los cristianos (unos 80.000, casi todos extranjeros) representan menos del 10% de la población y desde diciembre pasado cuentan con una catedral.
El templo se alza en la localidad de Awali y está dedicado a Nuestra Señora de Arabia, patrona de la Península. Fue levantado en terrenos donados por el rey Hamad, tiene capacidad para unas 2.300 personas y sus modernas instalaciones albergan asimismo la residencia del vicario apostólico de Arabia del Norte, una casa de acogida y un centro de formación y apoyo a los cristianos. Tras siete años de obras, la catedral fue inaugurada en diciembre de 2021 por el cardenal filipino Luis Antonio Tagle, prefecto a la sazón de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos.
Dos vicariatos
La Iglesia católica en la Península Arábiga está estructurada en dos vicariatos: uno para el norte y otro para el sur. El Vicariato Apostólico de Arabia del Norte lo integran Arabia, Kuwait, Bahréin y Catar, mientras que al Vicariato Apostólico de Arabia del Sur pertenecen Emiratos Árabes Unidos, Omán y Yemen, país este último inmerso en una terrible guerra en la que está involucrada también Arabia.
El vicariato del sur tiene al frente al italiano Paolo Martinelli, nombrado por el Papa el pasado mes de mayo para reemplazar al suizo Paul Hinder. Dado que el capuchino helvético, de 80 años, ejercía también desde mayo de 2020 (fecha de la muerte del anterior vicario, Camillo Ballin) como administrador apostólico de Arabia del Norte, y que el Papa aún no lo ha reemplazado, esta jurisdicción está actualmente vacante. En el vicariato del sur trabajan unos 70 sacerdotes, por unos 65 en el del norte.