La cruda infancia en países como Ghana: "Niños malnutridos, malformados y obligados a trabajar"
El obispo de la diócesis de Yendi, Mons. Vincent, ha relatado el trabajo que realiza la Iglesia en esta zona de Ghana con niños y adolescentes
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Este domingo, 17 de enero, tiene lugar la 'Jornada de Infancia Misionera' bajo el lema 'Con Jesús a Nazaret, somos familia'. Obras Misionales Pontificias (OMP) ha presentado este martes vía online esta jornada, en la que han intervenido el director nacional de OMP, José María Calderón, junto a la hermana Therese Stan, religiosa que acoge a niños acusados de brujería en el Hogar Nazaret de Yendi, Ghana, y el obispo de la diócesis de Yendi, Mons. Vincent Sowa Boi-Nai.
Este último ha remarcado que la diócesis de la que es obispo se caracteriza por “ser muy rural, y donde el valor de la familia es muy importante”. Sin embargo, ha lamentado que las dificultades del país hacen difícil que ese concepto de familia sea una realidad.
Mons. Vincent ha distinguido cuatro categorías de niños en Yendi, con el que nos podemos hacer una idea de la realidad que vive la zona: los niños malnutridos; menores con discapacidades físicas o deformidades; niños que crecen en las calles y pequeños necesitados.
“En el caso de los niños malnutridos, se debe a la incapacidad de las madres de preparar comidas nutritivas para sus hijos. No se les ha enseñado a preparar estos alimentos, y tampoco tienen recursos económicos para cocinarlas. Por eso, estos niños tienen un aspecto pálido y de malnutrición. Tenemos a nuestras hermanas involucradas para trabajar con estas mujeres y enseñarlas a utlizar los alimentos básicos de los que disponen. Les enseñan cómo cultivar frutos, veduras, zanahorias...”, ha precisado el obispo.
En cuanto a los pequeños con discapacidades físicas o deformidades, se debe a la imposibilidad de que las madres puedan ser asistidas en los hospitales durante el embarazo: “A veces toman tipos de medicinas o pastillas que hacen que el desarrollo del bebé sea diferente, derivando en deformaciones físicas”.
También es difícil la situación de los niños que crecen en las calles, al ser abandonados por sus padres al nacer, y que la Iglesia rescata: “Son bebés que son ignorados y abandonados enfrente de las tiendas. A muchos de ellos se les ven pedir limosnas para comprar el pan del día. Están obligados a trabajar también para comer”, lamenta Mons. Vincent.
Para hacer frente a todas estas necesidades, la diócesis de Yendi cuenta con un orfanato donde trabaja, entre otras, la hermana Teresa, que acoge a estos pequeños rescatados: “Son niños que si permanecieran en sus pueblos les matarían, porque en Ghana si un nió nace con algún defecto físico, en la mente de sus ciudadanos es que se trata de un bebé que trae mal augurio a su familia, a trae los malos espíritus. Por eso necesitamos el orfanato para cuidar de estos niños”.
Además, la diócesis trabaja en la creación de escuelas, clínicas y hospitales para cuidar a los pequeños con problemas de salud: “No podemos realizar todo esto sin la ayuda de la OMP.