La ayuda de Padre Christopher a cientos de refugiados en Nigeria: "Arriesgo mi vida cada vez que viajo"
Ayuda a la Iglesia Necesitada ha denunciado en varias ocasiones las violaciones a la libertad religiosa en África, poniendo especial hincapié en el terrorismo yihadista
Publicado el - Actualizado
3 min lectura
El sacerdote católico nigeriano, Padre Christopher, sigue ayudando a los más necesitados y a los refugiados de Pulka a pesar del peligro que conlleva viajar a esta pequeña ciudad.
Las personas que han sido desplazadas por Boko Haram en el norte de Nigeria se ven obligadas a vivir como refugiados en tiendas de campaña dispersas en Pulka, donde se enfrentan todavía al peligro de ataques. El pasado lunes, el sacerdote señaló que cada vez que viaja a la ciudad a servir a las personas arriesga su vida: “Hay ataques continuos y algunas personas mueren. No es nada fácil, y tampoco es simple llegar. Ir y venir es siempre un riesgo, pero para mí es importante hacer todo lo posible para ayudar a estas personas”.
La fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada señaló que el sacerdote está tratando de superar las dificultades para atender a los refugiados que viven en la ciudad, cerca de la frontera con Camerún. Se indicó también que el P. Christopher “vive en una casa abandonada, desde que Boko Haram destruyó la iglesia y la rectoría en Pulka en 2014”.
Muchas de las víctimas del grupo terroristico Boko Haram están todavía en calidad de refugiados en su propio país, y que si bien “el peligro no ha pasado”, la Iglesia sigue “brindando consuelo y esperanza” a los refugiados. Ayuda a la Iglesia Necesitada también relató la historia de Naomi, una mujer nigeriana que vio cómo mataban a su madre hace años: “No quiero que haya noche. Ojalá fuera siempre de día. Mis noches están llenas de miedo, ansiedad, pesadillas”.
O también se puede leer la historia de Charlse, un joven de 33 años y padre de 4 hijos: “Como los terroristas solían atacar de noche, salíamos del pueblo en cuanto empezaba la noche y nos escondíamos en la maleza. Muchas noches todavía sueño que estoy escondido”.
Estas dos personas viven ahora en uno de los 20 campos de refugiados. El P. Christopher indicó que la vida de ambos cambió por completo: “Los musulmanes son mayoría en el estado de Borno, pero Naomi y Charles son cristianos. Sin su fe, muchas personas no hubieran podido soportar tanto sufrimiento”, remarcó.
“Los sacerdotes tuvieron que esconderse en las montañas, pero los insurgentes de Boko Haram continuaron hostigando y persiguiendo a la gente”, lamentó. “Con el tiempo, la situación se tornó tan difícil que entre 2015 y 2016 muchas personas decidieron juntar sus pertenencias y salir del país, cruzando la frontera y buscando refugio en Camerún”.
El P. Christopher dice que la situación de los refugiados en Pulka “es hermosa y dolorosa al mismo tiempo”. “Han perdido sus hogares; han perdido a muchos seres queridos, pero viven la virtud de la esperanza y celebran la vida. Confían en la Iglesia, porque es ella quien escucha sus súplicas y siempre se esfuerza por secar sus lágrimas”, agregó.
El sacerdote espera que para Navidad muchas personas sientan el deseo de ayudar a los refugiados en Pulka y que estos recuperen su salud física, espiritual y mental. “Anhelan la paz en sus vidas, que la paz regrese a sus hogares. Nuestro deseo es muy simple; simplemente queremos vivir una vida normal y volver a la vida que teníamos antes”, señaló.