El cardenal Brenes pide "no tener miedo" tras la acusación por lavado de dinero a la Iglesia en Nicaragua
Durante la Santa Misa de Pentecostés celebrada en la Catedral de Managua, el cardenal remarcó que la "Iglesia está en manos del Espíritu Santo"
Publicado el - Actualizado
2 min lectura
El cardenal nicaragüense, Leopoldo Brenes, llamó el pasado domingo a la calma y a no tener miedo, en medio de la acusación por lavado de dinero que hizo la Policía Nacional a la Iglesia católica de Nicaragua. Durante la Santa Misa de Pentecostés celebrada en la Catedral de Managua, exhortó a los feligreses a "no tener miedo" y remarcó que la "Iglesia está en manos del Espíritu Santo".
"Y hoy decía el papa Francisco: el miedo es promovido por el demonio, pero el Espíritu Santo viene a romper esos miedos", expresó Brenes, también arzobispo de la archidiócesis de Managua, en su homilía.
La acusación de la policía
La Policía de Nicaragua acusó el sábado a la Iglesia católica nicaragüense de "lavar dinero" y ordenó al cardenal Brenes presentar documentos que muestren los movimientos de las cuentas bancarias de las diócesis que han intervenido. Según la Policía, en el marco de esas investigaciones hallaron "centenares de miles de dólares escondidos en bolsas ubicadas en instalaciones pertenecientes a (las) diócesis" de Nicaragua.
También que han confirmado "la sustracción ilegal de recursos de cuentas bancarias que se había ordenado por Ley congelar" y que se trata "de una red de lavado de dinero que se ha descubierto en (las) diócesis de distintos departamentos" de Nicaragua.
Además, que la Superintendencia de Bancos ha solicitado a la Conferencia Episcopal de Nicaragua y al cardenal Brenes "la presentación de los documentos que muestren los movimientos de las cuentas bancarias de las diócesis, de manera que se cumpla en todo momento con las leyes del país, evitando los actos ilícitos que se han venido cometiendo".
Tres sacerdotes investigados
Hace tres días, la Policía informó de que investiga al sacerdote Jaime Montesinos, párroco de la diócesis de Matagalpa, que dirige el obispo encarcelado Rolando Álvarez, quien en febrero pasado fue condenado a más de 26 años de prisión por delitos considerados "traición a la patria".
También investiga a otros dos sacerdotes por "asuntos administrativos" de la disuelta Cáritas Diocesana de Estelí, norte de Nicaragua, que también administra Álvarez. Las relaciones del Gobierno de Daniel Ortega y la Iglesia católica viven momentos de gran tensión, marcadas por la expulsión y encarcelamiento de sacerdotes, la prohibición de actividades religiosas, y la suspensión de sus relaciones diplomáticas.