La carta de Navidad con una historia de perdón del obispo de Bangassou

Mons. Juan José Aguirre ha publicado su carta de Navidad de 2019 en la que relata un testimonio de perdón y reconciliación

La carta de Navidad con una historia de perdón del obispo de Bangassou

Redacción Religión

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El obispo de Bangassou, mons. Juan José Aguirre, ha hecho pública la carta de Navidad de este 2019. En esta ocasión con una historia impresionante de perdón y reconciliación.

Juan José Aguirre acompaña su carta con una foto en la que se ve un grupo de jóvenes de la diócesis de Bangassou trabajando la madera. Hace un mes prepararon el taller y lo anunciaron en todas las iglesias; y se apuntó un grupo de 20 jóvenes, que hoy son una piña. La Fundación Bangassou les ha comprado los instrumentos de carpintería para convertirse en aprendices, y ellos ofrecerán los muebles fabricados para una nueva misión, y se quedarán con los instrumentos de trabajo para formar cooperativas.

Pero hay otro aspecto aún más impresionante en esta historia. En esa foto aparecen juntos, lijando la madera para una mesa, jóvenes que hasta hace poco eran enemigos. Unos son responsables de crímenes terribles y otros han mantenido un odio visceral hacia ellos durante meses. Las sierras y las lijas han ocupado el sitio de los machetes y los kalashnikov, y ahora en el taller se respira paz y trabajo. Todos estos jóvenes saben que uno quemó la casa del otro, que su grupo mató y desangró los habitantes del pueblo vecino.

Saben que algunos de ellos tuvieron que huir de aquel a quien hoy sujeta la madera para juntar las tablas con cola. Que se robaron entre ellos, que crearon el terror durante muchos meses en la zona, que cortaron caminos y machacaron a la pobre gente que hoy les ha ayudado a poner paja en el techo del taller. Es el proyecto de la carpintería lo que les ha juntado, los ha amasado entre madera roja y miedo entumecido.

Algunos llevaban dos años dando vueltas como trompos hasta que el proyecto aprendices de carpintería los enganchó: cambiaron los machetes por escuadras, limas y tornillos, y ahora sus propias familias se han reconciliado también con ellos. Navidad y carpintería, dice el obispo Aguirre, todo para que en Bangassou puedan cantar juntos un Noche de paz como Dios manda, haciendo posible lo que humanamente parecía imposible.

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