El caso de la bebé Indi Gregory pone sobre la mesa el valor de la vida humana

Ante la cultura del descarte a la que tantas veces se ha referido el Papa, tenemos el reto de construir una cultura de la vida que proteja la dignidad de todos

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Laura Gómez

Publicado el - Actualizado

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Estos días la historia de Indi Gregory, la bebé británica de tan solo 8 meses a la que la justicia había ordenado que se le retirara la respiración artificial a pesar de la oposición de sus padres, nos lleva de nuevo a preguntarnos por el valor de la vida humana.

Eva Fernández, corresponsal de COPE - TRECE en Roma, ha vivido en primera persona el sentir del país alpino. "En Italia se han tomado al pie de la letra que Indi es Italiana. Sabían que el caso de la pequeña tenía pocas posibilidades de cura, pero querían darle la posibilidad de un tratamiento alternativo, antes de su muerte", cuenta Eva

Un caso que ha puesto también sobre la mesa la libertad de unos padres a elegir sobre sus propios hijos y la propia dignidad de la persona. "Italia es un país en la que la eutanasia no está reconocida, pero este caso ha puesto en el centro además quién decide el interés para el paciente, si los padres o la justicia", explica Eva. La justicia británica, recordemos, ha ordenado retirar el soporte vital de la pequeña

El de Indi Gregory es un caso que, inevitablemente, nos recuerda a lo que ocurrió hace unos años, en 2018, con Alfie Evans. El pequeño sufría una enfermedad cerebral degenerativa sin cura. Tras meses de lucha y tensiones médicas, Tom Evans y Kate James, sus padres, decidieron trasladarle al hospital Bambino Gesú en Roma, conocido como el hospital del Papa, que estaba dispuesto a atender su caso, y es aquí donde comenzó la batalla legal. La justicia británica cerró filas y negó esta voluntad a sus padres. Alegaron que Alfie necesitaba paz y tranquilidad para concluir su vida con dignidad. Ya entonces "el Papa Francisco recordó que el único dueño de la vida es Dios y nuestro deber es custodiarla", sentencia Eva.

El hospital que se ha puesto a disposición de estos dos pequeños es el Bambino Gesú en Roma. "Este hospital pediátrico está muy especializado y tiene preparadas terapias para estos niños, está a la vanguardia mundial", explica Eva. "Los médicos ya eran conscientes de las dificultades de sacar adelante la vida de Indi, pero lo importante era lo que tenían preparado ofrecerle, una alternativa a una muerte segura", sentencia.

Ante la cultura del descarte a la que tantas veces se ha referido el Papa, tenemos el reto de construir una cultura de la vida que proteja la dignidad de todos, empezando por los más vulnerables. "Los papás de Indi sabían que tenían una niña discapacitada, pero ellos veían que Indi quería vivir y por eso han trabajado contrarreloj para intentar salvarla", explica Eva. "Incurable no es incuidable, lo explicaba el Papa".

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