Caso Rupnik: los jesuitas avanzan en la investigación y endurecen las normas sobre el religioso esloveno

La Compañía de Jesús recogió nuevas denuncias en los últimos meses: "Las víctimas pueden considerarse supervivientes dado el mal que dicen haber sufrido"

Caso Rupnik: los jesuitas avanzan en la investigación y endurecen las normas sobre el religioso esloveno

Santiago Tedeschi Prades

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Los jesuitas han publicado en su página web este martes, 21 de febrero, una declaración sobre el 'Caso Rupnik' titulada “Hacia el reconocimiento de la verdad”. El texto se basa en las nuevas denuncias que se han recogido en estos últimos meses, “testimonios de personas que realmente pueden considerarse supervivientes dado el mal que han narrado haber sufrido”.

Johan Verscheuren, el Padre Delegado, ha expresado en el comunicado su agradecimiento “a todas las personas que han tenido la fuerza de contar sus experiencias, a veces con el sufrimiento interior de tener que volver a sacar a la luz muchos episodios dolorosos”. Los comportamientos denunciados del padre Rupnik, se afirma en el comunicado, se refieren a diferentes periodos (Comunidad Loyola, personas que afirman haber sufrido abusos de conciencia, acoso espiritual, psicológico o sexual durante experiencias personales de relación con el padre Rupnik, personas que formaron parte del Centro Aletti en Roma), abarcando un periodo de tiempo de más de treinta años, desde mediados de los años 80 hasta 2018: "El grado de credibilidad de lo que se ha denunciado o presenciado - se puede leer en la Declaración - parece ser muy alto".

El equipo que estudió los casos y que propuso al padre Rupnik reunirse con él para tratar el asunto sin éxito, elaboró un exhaustivo dossier de su trabajo acompañado de conclusiones sobre las distintas posibilidades de ulteriores procedimientos judiciales civiles y canónicos y de sus propias indicaciones y recomendaciones a la Compañía sobre los posibles pasos a dar.

"La naturaleza de las denuncias recibidas – afirman los jesuitas - tiende a excluir la relevancia penal, ante las autoridades judiciales italianas, del comportamiento del padre Rupnik. Sin embargo – precisan -, muy distinta es la relevancia de las mismas desde el punto de vista canónico y en lo que concierne a su vida y a su responsabilidad religiosa y sacerdotal".

La Declaración menciona tres opciones que puede tomar el Superior General: puede imponer cualquier tipo de restricción ministerial (limitada o total) al jesuita. También puede obligarle a trasladarse a un lugar concreto durante un periodo de tiempo determinado o indefinido. Si el expediente pone de manifiesto actitudes que son motivo de dimisión necesaria (c. 695) o facultativa (c. 696) del instituto religioso, el Superior General puede decidir iniciar un procedimiento de expulsión de la Compañía de Jesús.

"Naturalmente", se especifica, "el interesado tiene derecho a ser asistido y a defenderse en este procedimiento. Si se trata de un motivo facultativo de renuncia, tiene también la posibilidad de arrepentirse después de recibir la amonestación establecida por el c. 697. En este caso, el procedimiento de dimisión no puede seguir adelante. Nótese que para este tipo de procedimiento, que no es penal, no se contempla la prescripción. Por último, si las actitudes denunciadas corresponden a un delito que no es competencia del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, el Superior General puede decidir iniciar un procedimiento penal administrativo. Estos procedimientos también pueden dar lugar, entre otras cosas, a la destitución del acusado. Sin embargo, para determinados delitos, el Superior General, al final del proceso, también puede decidir no proceder a la destitución, sino tomar otras medidas.

Como primer paso, el padre Verschueren pretende promover un procedimiento interno en la Compañía. También ha endurecido las normas restrictivas contra el padre Rupnik, prohibiéndole obedientemente cualquier práctica artística pública, especialmente en estructuras religiosas (como iglesias, instituciones, oratorios y capillas, casas de ejercicios o de espiritualidad). Estas restricciones se añaden a las ya vigentes (prohibición de cualquier actividad ministerial y sacramental pública, prohibición de comunicación pública, prohibición de salir de la Región del Lacio en Italia).

"Queremos tener ante nosotros", dice el padre Verschueren, "la posibilidad clara de un camino que persiga el pleno reconocimiento de la verdad de los hechos por parte de los responsables y un camino de justicia por el mal causado".

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