Charles Mbikoyo, el sacerdote que fue reclutado como niño soldado: "Me decían que el arma era mi padre"

El religioso fue reclutado junto a otros chicos en un seminario de Sudán del Sur. Tras meses de entrenamiento, logró escapar: "Cruzamos ríos donde nadaban animales mortales"

Charles Mbikoyo, el sacerdote que fue reclutado como niño soldado: "Me decían que el arma era mi padre"

Redacción Religión

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Se estima que unos 300.000 niños de todo el mundo son usados como soldados en las guerras, según estima UNICEF. Muchos de ellos no han sobrevivido a la batalla, mientras otro porcentaje de menores sufrieron importantes daños físicos y psicológicos.

Una experiencia que vivió en su niñez el hoy sacerdote Charles Mbikoyo, quien fue secuestrado y reclutado por un grupo armado cuando apenas tenía doce años. Ingresó en el seminario a los doce años en Sudán del Sur. Corría el año 1988. Un año más tarde, sus estudios se vieron interrumpidos cuando los rebeldes llamaron a la puerta del seminario durante la noche.

Los asaltantes ordenaron a los seminaristas abandonar las instalaciones, tal y como recuerda el religioso en una entrevista a EWTN News: “Dudamos en abrir la puerta. Pero los hombres de afuera advirtieron que, si no abríamos la puerta, simplemente nos iban a destruir junto con el edificio”, revela.

Una vez en el interior, los rebeldes obligaron a los cuarenta jóvenes a recoger sus pertenencias del seminario para marcharse con ellos para “ser educados”. Para evitar que escaparan, los asaltantes advertían a los chicos que “quien tratara de escapar sería asesinado a tiros”, cuenta el actual sacerdote en la entrevista.

Durante los siguientes tres meses, los niños se sometieron a un riguroso entrenamiento militar: “Teníamos que saltar como ranas. Teníamos que aprender a esquivar las balas. Cómo disparar. La doctrina era que el arma es mi padre. Todo lo que quieras conseguir, solo usa esta pistola”, añadió.

En aquellos momentos, los cuarenta seminaristas perdieron la esperanza de regresar a su casa. El sueño de ser algún día sacerdote se esfumaba. El rector del seminario nunca les abandonó, lo que les daba algo de esperanza.

Charles Mbikoyo logró escapar de sus secuestradores

Tras meses de cautiverio, Charles Mbikoyo logró escapar con otros cuatro niños. Sobrevivieron a un peligroso viaje que incluyó cruzar dos ríos donde nadaban animales mortales: “Cuando escapamos, fuimos al pueblo llamado Yei”. Fue en ese lugar donde reanudó su formación en el seminario hasta que los rebeldes lo volvieron a amenazar.

La Cruz Roja fue quien les salvó, trasladando el seminario a Nzara para evitar a los rebeldes. Pero aun así los encontraron y atacaron de nuevo. Fue entonces cuando el P. Mbikoyo abandonó el país y se trasladó a la República Centroafricana. Después de vivir allí durante tres años, viajó a Uganda para continuar su educación.

“Estuve tantos años sin ver a mis padres, alrededor de ocho o nueve años, porque estaba en el exilio. Temíamos que cuando volviéramos a casa nos pudieran reclutar”, continuó.

Finalmente fue ordenado sacerdote en 2007, después de que terminó la Segunda Guerra Civil Sudanesa. Ahora, Charles Mbikoyo ha decidido regresar a Sudán del Sur, a su tierra natal, donde fue reclutado para llevar la esperanza a quienes la han perdido.

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