Se cumplen 15 años del martirio del padre Ragheed Ganni junto a tres subdiáconos en Irak
El presbítero iraquí fue becado por Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN) durante sus estudios en Roma, decidiendo volver a su país pese a la persecución de los cristianos
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El 3 de junio de 2007 el sacerdote iraquí, Rahgeed Ganni, fue asesinado junto a tres de los subdiáconos (Basman Yousef Daud, Wahid Hanna Isho, y Gassan Isam Bidawed) de la parroquia del Espíritu Santo de Mosul. Después de la celebración de la Eucaristía, aquel día era la fiesta de la Trinidad, el sacerdote y sus tres acompañantes fueron detenidos en la calle por varios hombres armados y asesinados después de haber renunciado a convertirse al Islam.
Más sobre Rahgeed Ganni
Ganni era natural del pueblo cristiano de Karemlesh en la Llanura de Nínive, cerca de Mosul. En 1996 su obispo le envió a Roma para ampliar sus estudios como seminarista, gracias a una beca ofrecida por Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN), en la Universidad Santo Tomás de Aquino. Ordenado sacerdote en Roma, una vez concluidos sus estudios, decidió volver a Irak en el 2003. En ese momento el país iraquí se encontraba en plena situación de guerra con la caída de Sadam Husein, algo que aprovecharon nuevos grupos yihadistas en Irak para comenzar a realizar ataques, secuestros y atentados contra la comunidad cristiana.
Previamente el padre Rahgeed Ganni fue increpado por uno de los asesinos que le había advertido de no abrir la iglesia. El sacerdote le contestó: “¿Cómo voy a cerrar la casa de Dios?”. Es honrado como mártir por la Iglesia católica caldea y su testimonio es conocido como un ejemplo de fe fuerte y perdón.
Iniciado el proceso de canonización
La Santa Sede ha iniciado el proceso de canonización del sacerdote y de sus compañeros para los cuales se presentará la causa como
. El estudio de su testimonio trata de verificar y certificar que los cuatro mártires beatificados fueron masacrados por sus verdugos debido a su fe.
Con respecto a la vida del padre Ganni, el sacerdote Fabio Rosini, director del Servicio para las Vocaciones en la diócesis de Roma, ha expresado que “se ha realizado algo que sólo la gracia puede lograr. Un mártir no es un héroe, sino un testigo”. Tal y como indica Ayuda a la Iglesia Necesitada, los que conocieron al padre Ragheed Ganni afirman que, sin lugar a dudas fue un testigo. También lo corroboran quienes lo vieron morir y fueron testigos de las amenazas que recibía, y sobre todo, de su firmeza en la fe y de su profundo amor sostenido en la Santa Misa.