Experto destaca el "esfuerzo titánico" de la Iglesia contra los abusos
Lo ha indicado este martes 30 de abril durante su intervención en la VIII Jornadas Prensa e Iglesia, organizadas por la Universidad CEU San Pablo
Madrid - Publicado el - Actualizado
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El catedrático de Historia del Derecho Canónico de la Universidad Eclesiástica San Dámaso, Nicolás Álvarez de las Asturias, considera que la Iglesia española y universal ha afrontado los casos de abusos a menores por parte de sacerdotes con "un esfuerzo titánico". Afirma que han aplicado medidas "en poco tiempo y bajo una gran presión", y ha pedido "un margen" para ver si funcionan los nuevos protocolos.
Así lo ha indicado este martes 30 de abril durante su intervención en la VIII Jornadas Prensa e Iglesia, organizadas por la Universidad CEU San Pablo, y dedicadas al tratamiento periodístico de los escándalos de pederastia en la Iglesia.
"Lo primero, me parece que la Iglesia ha hecho un esfuerzo titánico. Ser capaz de generar medidas disciplinares, educativas y de atención a las víctimas en poco tiempo y en una situación de presión tan grande, me parece titánico y heroico, porque cuando te están atizando por todos lados, se merma mucho la capacidad de reacción. Lo segundo es que necesitamos dar un margen de tiempo para ver si funcionan las medidas", ha argumentado.
En su intervención, titulada 'La pederastia en la Iglesia. Ideas claras y propuestas más claras', Álvarez de las Asturias se ha centrado en cuatro puntos: el castigo y la rehabilitación del culpable; las causas; la prevención; y la gestión de daños.
El experto ha asegurado que ahora es "indudable" que hay "un número no pequeño de víctimas, que están heridas, que lo están pasando muy mal y que hay que ayudarlas". Y ha precisado que cuando los miembros de la Iglesia tratan de buscar las causas de los abusos, no pretenden "justificar" nada porque "ni un delito ni el encubrimiento del delito se pueden justificar nunca".
Sobre el primero de los puntos, el de la rehabilitación, Álvarez de las Asturias ha destacado que, ante los casos de abusos, la Iglesia ha reaccionado cambiando lo que era tradicional en el derecho canónico, que priorizaba salvar y rehabilitar al acusado, a priorizar la "protección de la sociedad y de las víctimas", con "castigos" para los condenados.
La revolución del 68
Atendiendo a las causas, ha apuntado que son diferentes dependiendo de los países. Además, ha recordado que el Papa Francisco lo vincula al clericalismo y ha añadido que, según Benedicto XVI también tiene que ver con "la revolución de 1968".
Precisamente, sobre esta última causa, Álvarez de las Asturias ha apuntado que esta revolución supuso pasar de "un momento en el que estaba admitido socialmente que el lugar propio de la sexualidad era el matrimonio" a otro en el que "se entiende que sexualidad y matrimonio, sexualidad y procreación, sexualidad y amor, o sexualidad y diferencia sexual no están unidos".
Asimismo, ha indicado que hay miembros de la Iglesia que "no comulgan con su doctrina". A su juicio, esto se manifiesta, por ejemplo, "en la aceptación mayor o menor de la homosexualidad en la Iglesia" o "en una educación sexual tan deficiente que lleve a entenderla en términos de experimentación de placeres cada vez más novedosos y se pueda llegar a situaciones verdaderamente abominables, de las cuales la más dramática es el abuso a menores".
Además de la "crisis moral", el experto ha enumerado otra causa: "la crisis de fe" de los miembros de la Iglesia. Esto enlaza, según ha puntualizado, con la prevención, a través de la formación de los futuros sacerdotes, para la cual desde el Vaticano se han dado "instrucciones muy claras" para que a la hora de seleccionar a los candidatos se les realice un análisis de su personalidad así como de posibles patologías.
Notas de corte para sacerdotes
"Para ser sacerdote también hay notas de corte. La Iglesia ha señalado una serie de notas de corte que tienen que ver con cuestiones humanas, con la preocupación por la madurez psicológica", ha apostillado. Asimismo, ha agregado que los seminaristas han de tener "una identidad sexual clara".
En este sentido, preguntado por si los homosexuales pueden ser sacerdotes, ha dicho que "no" pero ha pedido que no se interprete "en términos de discriminación". "No tiene que ver con una limitación de los derechos de la persona homosexual sino con una comprensión de en qué consiste ser sacerdote. De la misma manera que una mujer no puede ser sacerdote. No es cuestión de discriminación", ha afirmado.
Sobre el papel de los medios de comunicación, ha agradecido, al igual que hizo el Papa Francisco, que destaparan los casos de abusos, pero considera que, a veces, se informa de forma "distorsionada" o "procurando demoler" y ha apelado a la "deontología periodística".
Una crisis con luz y taquígrafos
Precisamente, ha reconocido que, aunque ha habido crisis en la historia de la Iglesia "más graves" que la de los abusos, la particularidad de esta es que "es conocida por todo el mundo". "Ahora cualquier crisis que tenga la Iglesia es una crisis con luz y taquígrafos", ha subrayado. En todo caso, ha matizado que "la solución no puede ser nunca el apagón informativo".
Finalmente, sobre la gestión de daños, ha recordado que la Iglesia es una institución que siempre se ha basado en "la confianza" y, por tanto, "si la pierde tiene un problema". Si bien, ha indicado que este problema se palia con la "proximidad".
"Hay dos iglesias la del que no cree --para quien la Iglesia es lo que ve en la tele o lo que él piensa-- y la del que cree, que dice 'qué mal está la Iglesia pero de mi párroco me fío'", ha expuesto. En cualquier caso, para el experto, la "verdadera" gestión de daños sería "recordar que la Iglesia existe para evangelizar".