El homenaje a Irma García, una de las profesoras asesinada durante la masacre de Texas: "Siempre ayudaba"
La docente católica perdió la vida aquel fatídico 24 de mayo tras el tiroteo que costó la vida a 19 alumnos. Una amiga de Irma compartió cómo era su vida de fe
Publicado el - Actualizado
2 min lectura
Una de las dos docentes asesinadas el pasado 24 de mayo en Texas durante el tiroteo en la escuela de primaria 'Robb Elementary School', la hispana Irma García, han recibido un emotivo homenaje. Una profesora comprometida con la Iglesia, acudiendo cada domingo a Misa junto a su esposo José (fallecido dos días más tarde de la masacre como consecuencia de un infarto), y siempre preocupada por sus alumnos.
Durante el memorial erigido en recuerdo de los 21 asesinados en la masacre, una de las amigas de Irma García, Elia Gómez, recordaba la relación tan especial que mantenía con su pareja: “Siempre estaban dispuestos a ayudar a los demás. Siempre tratando con respeto a todos”, evocaba durante una conversación con ACIPRENSA.
El matrimonio deja cuatro hijos, de 23, 19, 15 y 13 años. El arzobispo de San Antonio, Gustavo García-Siller, presidió el funeral de Irma y José el pasado 1 de junio en la parroquia Sacred Heart, la única iglesia católica en Uvalde.
Elia Gómez, de 77 años, indicó que a José “lo conocí desde que su mamá estaba embarazada de él. Yo lo vi crecer. Cuando comenzó a gatear, a caminar, a ir a la escuela. Yo soy muy amiga de esa familia. Han llegado a decirme desde años que yo soy su tía”, recordó conmovida.
“Conocí a la mamá de José por años y años. Conozco muy bien a la hermana de José, a sus hermanos”, continuó. Elia destacó que Irma era una “muy buena maestra, siempre dándole buenos consejos a sus estudiantes”.
“Ahí está la muestra: dio su vida por sus estudiantes. Ella fue la primera que se le enfrentó a ese muchacho. Le habló correctamente. Quiso hacerlo entender, pero él no escuchaba”, lamentó.
Elia destacó la unidad de la familia, pues “siempre iban al parejo los dos. Siempre estaban de acuerdo uno al otro. Y se respetaban el uno al otro”. Además, “ellos iban muy puntual a Misa todos los domingos”.
“Eran unas personas muy dulces. Uno se sentía confortable con ellos”, reiteró, recordando que Irma García le decía a cada niño “pórtate bien, estudia, porque el estudio nadie te lo va a quitar”, relató.