La Iglesia católica, en primera línea contra el analfabetismo
Misiones Salesianas recuerda que 20 millones de menores en el mundo no han regresado a las aulas en esta "vuelta al cole" y que más de 700 millones de personas no saben leer
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El Día Internacional de la Alfabetización coincide en muchos países con el inicio del año escolar. Después de dos años y medio de pandemia, todo indica que este curso será el de la vuelta a la normalidad sin mascarillas, sin distanciamiento y con presencialidad.
Sin embargo, más de 20 millones de menores en el mundo no han regresado a las aulas y 773 millones de personas en el mundo continúan sin saben leer ni escribir.
La alfabetización es esencial
Misiones Salesianas alerta este 8 de septiembre de la necesidad concienciar sobre el papel que la educación tiene como factor de dignidad, además de ser un derecho humano. “Este año, el lema propuesto para esta jornada es Enseñanza en la alfabetización y el aprendizaje durante y después de la crisis del Covid-19. Y es que el coronavirus ha supuesto un retroceso en la educación y en el aprendizaje de las futuras generaciones y 773 millones de personas en el mundo no poseen en la actualidad las competencias básicas en lectoescritura”.
La alfabetización es esencial para recuperar el aprendizaje perdido durante la pandemia y las consecuencias “como secuelas psicológicas traducidas en nuestro entorno en ansiedad, depresión y falta de confianza de los adolescentes”, explican, ha generado un aumento en “la pobreza infantil y el abandono escolar, los matrimonios infantiles o la vulneración de derechos de los menores”.
La educación es humanizar el mundo y la historia
El propio Papa Francisco ha destacado en no pocas ocasiones, la importancia de implementar una alfabetización integradora para la convivencia. Así ha destacado de los desafíos que el mundo de la educación debe asumir, enfatizando en que “la educación es una de las formas más efectivas de humanizar el mundo y la historia”.
Además, ha subrayado que la educación “es ante todo una cuestión de amor y de responsabilidad que se transmite en el tiempo, de generación en generación”.
De hecho, en mayo de 2020, expresó la importancia de la con el objetivo de educar a los jóvenes en la fraternidad, para aprender a superar divisiones y conflictos, promover la aceptación, la justicia y la paz. Por todo ello, invitó a firmar un Pacto educativo global a todos aquellos que se preocupan por la educación de las generaciones más jóvenes. Se trata, explicar en ese momento “de generar un cambio de mentalidad a escala planetaria a través de la educación”.
Francisco añadió que “el proceso de alfabetización exige trabajar de manera simultánea la integración de los diversos lenguajes que nos constituyen como personas. Es decir, una educación, alfabetización, que integre y armonice el intelecto, los afectos, y la acción. “Esto brindará y posibilitará a los estudiantes un crecimiento no solo armonioso a nivel personal sino, simultáneamente, a nivel social. Urge generar espacios donde la fragmentación no sea el esquema dominante, incluso del pensamiento; para ello es necesario enseñar a pensar lo que se siente y se hace; a sentir lo que se piensa y se hace; a hacer lo que se piensa y se siente. Un dinamismo de capacidades al servicio de la persona y de la sociedad”.