Los obispos de Corea se unen a conmoción por los 154 muertos durante una avalancha en una fiesta de Halloween
También el Papa Francisco ha rezado por estos jóvenes fallecidos en Seúl durante la oración mariana del Ángelus este 30 de octubre: "Oremos por sus almas"
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Seul vivió anoche su peor noche de Halloween. Al menos 151 personas murieron y 82 resultaron heridas en una grave avalancha humana ocurrida durante una fiesta en el barrio de Itaewon. Las autoridades sanitarias han indicado que la mayoría de los fallecidos eran jóvenes de en torno a los 20 años de edad.
Ante los hechos, la Conferencia Episcopal de Corea quiso expresar su "inmenso dolor" al tiempo que pidió encomensar "a las víctimas que lamentablemente perdieron la vida en la tragedia".
El propio Papa Francisco ha recordado a todas las víctimas durante el rezo de la oración del Ángelus este 30 de octubre en la Plaza de San Pedro. Los obispos han ofrecido “sus más profundas condolencias a las familias afectadas y también rezamos por la pronta recuperación y la paz de los heridos", apuntan en una nota, en la que los prelados añaden que "debemos esforzarnos por romper el ciclo de injusticia e irresponsabilidad que se ha convertido en una práctica común en esta sociedad".
Más de 80 llamadas
Los servicios de emergencia recibieron más de 80 llamadas de aviso desde la zona del Hotel Hamilton, muy cerca de donde tuvo lugar la catástrofe, por dificultades respiratorias. Según las autoridades, más de 100.000 personas se concentraron en el barrio de Itaewon, conocido por las celebraciones de Halloween y miles de personas se aglutinaron en sus estrechas calles.
La Policía Metropolitana de Seúl ya ha abierto una investigación para conocer las causas de esta avalancha. Aunque todavía no se conocen detalles, los medios locales hablan de que una gran cantidad de personas comenzó a empujar a otras en un estrecho callejón en cuesta, lo que provocó la caída al suelo en avalancha de cientos de ellas. Policías y bomberos se trasladaron al lugar de los hechos y, según recoge el periódico 'Hangyore Sinmun', comenzaron a trasladar a «decenas» de cuerpos de los primeros fallecidos en la catástrofe.