Manos Unidas se vuelca con el drama que está viviendo la India por la segunda ola del coronavirus
La ONG de la Iglesia ha reactivado la cuenta de emergencia del coronavirus, que se destinó a apoyar a países vulnerables
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La segunda ola de coronavirus sigue causando estragos entre la población de India, con unas cifras oficiales que hablan de cientos de miles de contagiados y de miles de personas muertas cada día. Unas cifras que, según la mayor parte de los socios locales con los está en contacto Manos Unidas, no reflejan en absoluto la verdadera situación que atraviesa el país asiático y que sería mucho más dramática.
Para hacer frente a las numerosas solicitudes de ayuda de emergencia derivadas de esta crisis sanitaria, que está afectando a todos lo países en los que trabaja, Manos Unidas ha reactivado la cuenta de emergencia del coronavirus, que se destinó a apoyar a países vulnerables, como India, en la primera fase de la pandemia, y cuyo número es el siguiente:
ES42 0049 6791 7420 1600 0102
Los socios locales de Manos Unidas, en su mayoría pertenecientes a los Servicios Sociales de las diferentes diócesis del país, están viviendo en primera persona el drama de esta segunda ola de Covid-19, de la que, para millones de personas vulnerables, muy afectadas ya por el primer brote de la pandemia, va a ser difícil recuperarse.
Aunque, en un primer momento, la segunda ola de coronavirus parecía estar concentrada en las grandes ciudades, la realidad es que ya está afectando a las zonas rurales, donde habita una gran parte de la población y donde las carencias en materia sanitaria y de infraestructura son más que evidentes.
Desde los Servicios Sociales de Indore (IDSS), en el estado de Madhya Pradesh, muy afectado por la segunda ola de Covid, explican que, a pesar de las «estrictas medidas de confinamiento y de lo terrible de la situación», continúan trabajando para «socorrer tanto a las personas de las comunidades más afectadas como a las Administraciones que lo soliciten».
«Si en las ciudades el coronavirus está siendo difícil de manejar, en las áreas rurales va a ser mucho peor porque los problemas pulmonares e infecciosos como la tos, los resfriados y las fiebres tifoideas están presentes en todos los hogares», explican desde los Servicios Sociales de Indore. «En las zonas rurales y tribales hay una gran falta de personal sanitario, de médicos, de tests y de instalaciones y medicamentos adecuados para tratar la enfermedad», explican desde IDSS.
A esto hay que añadir que el toque de queda y los confinamientos están afectando en gran manera a los trabajadores que migran del campo a la ciudad en busca de empleo en la construcción y la industria. «Ahora se están quedando sin trabajo y sin jornal. Muchos volverán a sus aldeas sin ahorros para hacer frente a la época del monzón, lo que traerá consigo un incremento del hambre y de la pobreza», alertan desde IDSS.
Por otro lado, desde los Servicios Sociales de Sagar, también en el estado de Madhya Pradesh, muestran su preocupación por otro de los sectores de población que se van a ver más afectados por las consecuencias asociadas a esta segunda ola de Covid-19: los niños. «Nos preocupa la supervivencia de los niños y adolescentes, que no solo se ve amenazada por los contagios», aseguran. «En este infierno sin precedentes, la pobreza, la falta de comida y un sistema de salud colapsado podrían tener un efecto devastador en las vidas de los más pequeños. Muchos se han quedado huérfanos sin nadie que les proteja o han tenido que dejar la escuela para ayudar a sus familias y están en riesgo de explotación, de trabajo infantil o de matrimonio temprano», advierte el socio local de Manos Unidas.
Cuenta para paliar la emergencia
«Como hemos podido comprobar, mientras no avance la vacunación, ningún país del mundo va a estar exento de sufrir un rebrote de coronavirus porque, con una pandemia que se alarga tanto en el tiempo es normal que se relajen los comportamientos y que disminuya el grado de alerta, como ha pasado en India», explica Ramón Álvarez, coordinador de proyectos de Manos Unidas en India. «Por ello –continua– Manos Unidas ha abierto una cuenta para poder hacer frente a las emergencias que se nos están presentando a causa de esta situación». Con esta cuenta Manos Unidas podrá afrontar, también, las emergencias derivadas del coronavirus en otros países del mundo en los que desarrolla su labor.
«Cada día recibimos noticias de los problemas que muchos de nuestros socios locales están teniendo para llevar a cabo su tarea. Sabemos de algunos que, tristemente han perdido la vida tras infectarse de Covid; otros están ingresados en hospitales recibiendo tratamiento y otros muchos deben permanecer en sus casas, bien por tener que guardar cuarentena o por estar sometidos a confinamiento estricto», explica Ramón Álvarez, que asegura que en India «todavía están intentando organizarse para hacer frente a un desastre que no por esperado ha sido menos devastador». «En Manos Unidas estamos recibiendo ya peticiones de ayuda. La mayoría, como suele ser normal en situaciones como esta, son peticiones de fondos para comprar productos sanitarios, medicamentos y comida», explica el coordinador de proyectos de la ONG de la Iglesia católica en Asia.
«Hay que tener en cuenta que las nuevas medidas de confinamiento, decretadas por los gobiernos una vez terminados los procesos electorales en cuatro estados, van a poner al límite de la supervivencia a personas muy castigadas ya desde el año pasado», explica Álvarez.
Manos Unidas está permitiendo que parte de los fondos de proyectos que en marcha se utilicen para la compra de medicamentos que ayuden a paliar las necesidades más inmediatas de las comunidades más vulnerables. Asimismo, se está autorizado el cambio de actividades más de 100 proyectos para cubrir las necesidades sobrevenidas con la crisis sanitaria y social.
Desde que comenzó la pandemia, Manos Unidas ha aprobado 37 proyectos de emergencia por importe cercano a los 400.000 euros, destinados a paliar las consecuencias del coronavirus entre los sectores de población más vulnerables de India.