Padre Scalese, el último sacerdote de Kabul: "Nunca habría pensado que iba a salir del país de este modo"
El padre Giovanni ha hablado con Aleluya tras su vuelta a Italia y sus 7 años en Afganistán, repatriado como miles de personas que se vieron obligadas a huir del país
Publicado el - Actualizado
3 min lectura
La Iglesia Católica se marchó de Afganistán y ha puesto fin a la historia de un siglo. El padre barnabita Giovanni Scalese fue el superior de la misión católica “sui iuris” en ese país desde el noviembre de 2014. Una presencia en el país asiático que comenzó hace cien años a instancias del Papa Pío XI.
Hoy padre Giovanni se encuentra en Italia, repatriado como miles de personas que se vieron obligadas a huir tras la llegada de los talibanes al poder. Una historia de siete años que el padre Giovanni consigue resumir en pocas frases, su voz emocionada recuerda su vida allí con muchas limitaciones.
"He tenido que dejar todo ahí"
El padre Giovanni ha hablado con Aleluya tras su vuelta a Italia y sus 7 años en Afganistán. Llegó al aeropuerto de Fiumicino en Roma con 5 monjas, entre ellas misioneras de la Caridad Madre Teresa, y otra religiosa que presta servicio para la ONG Pro Bambini de Kabul, además de 14 pequeños discapacitados, algunos en graves condiciones, asistidos en Afganistán por dichas devotas.
Tras siete años en el país, padre Giovanni no se esperaba que iba a dejar Afganistán de este modo: “De esta manera no, realmente nunca había pensado que iba a salir del país de este modo. Además, he tenido que dejar todo ahí, llegué a Roma con una maleta, una mochila y ya está. Todo se ha quedado ahí en Kabul. Por el otro lado sabía que tenía que estar preparado en cualquier momento. Lo importante es que todo salió bien”
"No podía irme si las monjas iban a seguir allí"
El padre Giovanni tuvo la posibilidad de salir del país junto al personal diplomático pero, desde el principio, tuvo claro que hasta que las monjas y los niños discapacitados iban a seguir allí, él tenía que quedarse. “Cuando el embajador me preguntó si quería evacuar con el personal diplomático le dije que no, que no podía irme si las monjas iban a seguir allí” confiesa a Aleluya.
A su vez las monjas no querían salir del país sin los 14 niños discapacitados que estaban ayudando durante estos meses. No era una misión fácil porque llegar al aeropuerto parecía ya imposible. “Las monjas a su vez me habían dicho que no se iban a mover de Kabul si no podían llevarse a los niños con discapacidad. La misión que teníamos que cumplir era esta, poder sacar a las hermanas con los niños. Lo cual no fue fácil pero todo salió bien, gracias a Dios” subraya padre Giovanni.
Padre Giovanni, custodio de toda la comunidad católica
En el corazón de Kabul, padre Giovanni fue durante mucho tiempo custodio de toda la comunidad católica y compartió años de grandes dificultades relacionadas con la seguridad y la pandemia de la covid-19. Preguntado por si volvería a Kabul si la situación mejorase, padre Giovanni lo tiene claro: “Si surgiesen las condiciones para un regreso a Afganistán, la Santa Sede tendrá que considerar si es apropiado reabrir la misión. Espero sinceramente que así sea, yo quiero volver e incluso las mismas monjas estaban dispuestas a regresar”
No hay ninguna motivación política en la presencia católica en Kabul, sino sólo de servicio. Estos fueron los acuerdos originales hace cien años, y así ha sido. Siete años de presencia dan para muchos recuerdos y muchas emociones. ¿Cuál es el recuerdo más bonito y más importante?
El momento más importante de los siete años en Afganistán
Padre Giovanni cree que “el momento más importante de estos siete años fue lo que hicimos el 13 de octubre de 2017, al concluir el Centenario de Fátima, cuando consagramos la Misión y todo Afganistán al Corazón Inmaculado de María".
El cura barnabita nos deja con una confesión: "Tengo que confesar que, en estos días, a pesar de todo lo que estaba pasando, realmente sentí la protección de la Virgen sobre nosotros”