El Papa envía un emotivo mensaje en memoria de los mártires asesinados en Libia: "Murieron confesando"
El Santo Padre ha subrayado que "de su fe sencilla recibieron el mayor regalo que un cristiano puede recibir: el testimonio de Jesucristo hasta dar la vida"
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El Papa Francisco ha recordado en un videomensaje a los 21 mártires decapitados en 2015, en una playa de Siria: "Degollados por la brutalidad del Isis, murieron confesando el nombre de Jesús... Y doy gracias a las madres que los 'amamantaron' en la fe".
"Llevo en mi corazón aquel bautismo de sangre, estos veintiún hombres bautizados cristianos con el agua y el Espíritu, y aquel día bautizados también con la sangre. Son nuestros santos, los santos de todos los cristianos, los santos de todas las denominaciones y tradiciones cristianas. Son los que han blanqueado sus vidas en la sangre del Cordero, son aquellos... del pueblo de Dios, el pueblo fiel de Dios", ha subrayado el Santo Padre.
También, ha explicado que los fallecidos "fueron a trabajar al extranjero para mantener a sus familias: hombres corrientes, padres de familia, hombres con la ilusión y el deseo de tener hijos; hombres con la dignidad de trabajadores, que no sólo buscan tener pan en casa, sino llevarlo a casa con la dignidad del trabajo". Por otra parte, ha subrayado que estos hombres dieron testimonio de Jesucristo: "Degollados por la brutalidad del Isis, murieron diciendo: ¡Señor Jesús!", confesando el nombre de Jesús.
El Papa ha explicado que es una tragedia, que estas personas dejaran su vida aquel día en la playa, pero ha remarcado que "la playa fue bendecida por su sangre". Por otra parte, "de su sencillez y de su fe sencilla pero coherente recibieron el mayor regalo que un cristiano puede recibir: el testimonio de Jesucristo hasta dar la vida", ha subrayado el pontifíce. Ha transmitido su agradecimiento a Dios, "por habernos dado a estos valerosos hermanos" y al Espiritu Santo "por haberles dado la fuerza y la coherencia para llegar a la confesión de Jesucristo hasta la sangre". También, ha querido dar las gracias "a los obispos, a los sacerdotes de la Iglesia hermana copta que les criaron y les enseñaron a crecer en la fe".
El Santo Padre ha dado las gracias a las madres de los veintiún hombres fallecidos que los "amamantaron" en la fe: son las madres del pueblo santo de Dios que transmiten la fe "en dialecto", un dialecto que va más allá de las lenguas, el dialecto de la pertenencia.
El Papa se une a todos los que están en esta conmemoración: "A ti, gran y amado Tawadros, hermano y amigo obispo. A ti, Justin Welby, que también quisiste venir a este encuentro. Y a todos los demás obispos y sacerdotes, pero sobre todo me uno al santo pueblo fiel de Dios que con su sencillez, con su coherencia e incoherencias, con sus gracias y pecados, lleva adelante la confesión de Jesucristo: Jesucristo es el Señor".
Además, el pontifíce ha querido dar las gracias a los veintiún santos cristianos de todas las confesiones por los testimonios y al Señor Jesucristo, "por estar tan cerca de tu pueblo, por no olvidarlo". "Recemos juntos hoy en esta memoria de estos veintiún mártires coptos: que intercedan por todos nosotros ante el Padre. Amén", ha concluido el Santo Padre su mensaje.