¿Qué es el Congreso de Líderes de Religiones Mundiales y Tradicionales al que acude el Papa a Kazajistán?
El país centroasiático, con más de un centenar de grupos étnicos y presencia de numerosas religiones, se ha convertido en una especie de laboratorio multicultural e interreligioso
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El 14 y 15 de septiembre, el Papa Francisco asiste en Nursultan, capital de la república centroasiática de Kazajistán, a la séptima edición del Congreso de Líderes de Religiones Mundiales y Tradicionales. Pero, ¿qué es exactamente este foro? ¿Quiénes participan en él? ¿Qué temas aborda y desde cuándo se celebra?
Veinte años de historia
El evento tiene poco más de veinte años de historia. Fue ideado por el expresidente Nursultan Nazarbayev, quien gobernó Kazajistán con mano de hierro durante casi treinta años, desde 1990 —el año de la independencia de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS)— hasta 2019. Este mandatario lo convocó por primera vez en septiembre de 2003, dos años después de recibir a san Juan Pablo II en la que fue la primera visita de un pontífice al país. Aquel viaje tuvo lugar días después de los atentados terroristas del 11-S y en él, y pese a que Estados Unidos estaba a punto de invadir Afganistán en busca de Osama Bin Laden, el Santo Padre hizo un valiente llamamiento a la paz.
El evento ha ido ganando notoriedad internacional de manera progresiva. Al primer congreso, que tenía por tema la lucha contra el terrorismo y el extremismo, asistieron solo 17 delegaciones. Al segundo, en 2006, lo hicieron ya 29. En las cuatro ediciones siguientes, celebradas en 2009, 2012, 2015 y 2018, participaron entre 77 y 85 delegaciones. En la de ahora se va a superar el centenar y van a estar representados unos 60 países.
¿Quiénes participan en el congreso?
Cristianismo, judaísmo, islam, sintoísmo, budismo, hinduismo y zoroastrismo son algunas de las religiones representadas. Entre los líderes que acuden a Nursultan, la antigua Astana —Nazarbayev la rebautizó con su propio nombre—, están, además del Papa, el gran imán de Al-Azhar, Ahmed el-Tayeb (islam), el patriarca Teófilo III de Jerusalén y los grandes rabinos de Israel David Lau (ashkenazi) y Yitzhak Yosef (sefardita).
Aunque inicialmente estaba prevista también la asistencia del patriarca Kirill de Moscú, el máximo dirigente de la Iglesia ortodoxa rusa no estará presente en Nursultan.
Se trata de la primera vez que el Romano Pontífice acude a este foro. En el último Congreso, celebrado en octubre de 2018, la delegación católica estuvo encabezada por el cardenal Francesco Coccopalmerio, presidente emérito del Consejo Pontificio para los Textos Legislativos; Khaled Akasheh, jefe de la oficina para el Islam en el Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso; y Francis Assisi Chullikatt, nuncio en el país. Antes que el Papa y en ediciones anteriores, también pasaron por Nursultan el rey Abdalá de Jordania y el entonces secretario general de la ONU Ban Ki-moon.
¿Qué temas se aborda en este congreso de líderes religiosos?
La cita de este año versa sobre el papel de los líderes religiosos en el desarrollo espiritual y social tras la pandemia. El evento consta de cuatro paneles. El primero aborda el rol de las religiones en el fomento de los valores espirituales y morales; el segundo trata sobre la educación y la dimensión religiosa como instrumento de mejora de la coexistencia de religiones y culturas; el tercero está dedicado a la contribución que pueden hacer los líderes religiosos y políticos a la promoción de la paz luchando contra el extremismo, el radicalismo y el terrorismo basado en las creencias religiosas; y el cuarto, a la contribución de las mujeres al bienestar y desarrollo sostenible de las sociedades.
Los temas de los anteriores congresos fueron: «Lucha contra el terrorismo y el extremismo» (2003); «Religión, sociedad y seguridad internacional» (2006); «El papel de los líderes religiosos en la construcción de un mundo basado en la tolerancia, el respeto mutuo y la cooperación» (2009); «La paz y la armonía como opción de la humanidad» (2012); «Diálogo entre líderes religiosos y políticos en nombre de la paz y el desarrollo» (2015); y «Líderes religiosos por un mundo seguro» (2018).
¿Por qué en Kazajistán?
Noveno país del mundo en cuanto a extensión, con más de 2,7 millones de kilómetros cuadrados, Kazajistán es, desde el punto de vista demográfico, como una pequeña ONU. Entre sus aproximadamente 18 millones de habitantes hay kazajos (60,4%), rusos (24,5%), uzbekos (2,9%), ucranianos (2,6%), uigures (1,5%), tártaros (1,4%), alemanes (1,4%), coreanos (0,6%), azeríes (0,6%), turcos, bielorrusos, dunganes (chinos turcos), polacos, kurdos, chechenos, tayikos... y así hasta un total de unos 130 grupos distintos, con sus respectivas religiones.
Pese a esta amalgama de nacionalidades y confesiones, el país ha logrado mantener (aunque no sin dificultades) una cierta convivencia interétnica e interreligiosa, lo que hace de él una especie de laboratorio de multiculturalidad. «Se busca ser —y se ha conseguido— una especie de país modélico», declaraba a ECCLESIA, en su última visita a España, el obispo de la diócesis de la Santísima Trinidad de Almaty, José Luis Mumbiela. «El 18 de octubre se celebra el Día del Consenso Interreligioso, una jornada instituida por el gobierno. No es un día festivo, pero en el plano religioso es muy importante», explicaba el prelado oscense para poner de manifiesto el objetivo estatal de convivencia. Mumbiela, que además de presidente del episcopado kazajistaní lo es también de la recién creada Conferencia Episcopal de Obispos de Asia Central, adelantó en octubre de 2021 en nuestras páginas la más que probable asistencia del Papa Francisco a este evento.
La cita tiene lugar los días 14 y 15 de septiembre en el Palacio de la Paz y la Reconciliación de Nursultan. El gobierno de Kazajistán calcula que a la misa que celebrará el Papa acudirán unos 3.000 peregrinos de todo el mundo.