La relación que existe entre el personaje bíblico de Moisés y la medicina actual
El profeta más importante para el judaísmo fue quien creó la serpiente de cobre sobre una vara que dio origen al símbolo de la medicina
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¿Sabías que el símbolo de la medicina tiene un origen religioso? Efectivamente, hay dos emblemas que componen la imagen, donde la serpiente es protagonista: el primero de ellos es la vara de Esculapio o Asclepio y el segundo, el caduceo de Hermes. Dos símbolos que tuvieron su origen en la mitología griega. El caduceo de Hermes no guardaba relación con la medicina, pero su parecido al bastón de esculapio hizo que se confundieran en ocasiones, hasta el punto que hoy en día se emplean ambos.
La palabra caduceo comenzó siendo una rama de olivo con dos hebras de lana, aunque con el paso del tiempo fue variando hasta llegar a las dos serpientes entrelazadas y mirándose cara a cara. La rama de olivo se convirtió finalmente en una vara con puño y dos alas extendidas.
Por su parte el báculo o vara de Asclepio para los griegos, o Esculapio para los romanos es un antiguo símbolo asociado con el dios griego Asclepio y con la curación de enfermos mediante medicina. Se trata de una vara con una serpiente enrollada, representando al dios griego Asclepio, o Esculapio para los romanos. En la mitología griega, Asclepio tenía una vara que tenía el poder de curar todas las enfermedades.
Dios, Moisés y la serpiente
¿Por qué la serpiente es la especie representada en el símbolo de la medicina? El mito y la tradición han convertido a este reptil como uno de los más temidos por el hombre, pese a que la mayoría de sus variantes no constituyen ningún peligro.
Su capacidad de mudar la piel cuando comienza la primavera, hizo que la serpiente se vinculara a las ideas de sabiduría o fertilidad. En la Biblia, se cuenta que Jehová (nombre que recibía Jesús en el Antiguo Testamento) envió a los israelitas culebras venenosas por criticar al propio Señor y a Moisés, a quienes le reprochaban haberles sacado de Egipto para morir en el desierto, debido a la falta de agua y alimento.
Dios, por obra de un milagro, concedió a los israelitas maná como alimento y agua. No obstante, el pueblo de Israel no agradeció este gesto que se les había concedido. Por ello, Dios les envió estas serpientes venenosas que provocó la muerte de muchos de ellos al ser mordidos.
Tras este sufrimiento, la gente se acerca a Moisés para suplicarle: "Hemos pecado, porque hemos hablado contra Jehová y contra ti. Ora tú a Jehová ahora para que quite estas culebras". De esta manera, Moisés ora por ellos. Y Jehová le dice a Moisés que haga una culebra de cobre. Le dice que la ponga en un palo, y que todo el que sea mordido debe mirar a ella. Moisés hace tal como Dios le ordena. Y los que habían sido mordidos miran a la culebra de cobre y vuelven a estar bien.