Las religiosas, sostén para el castigado pueblo de Venezuela: "Defendemos la vida a través de la educación, la salud y los hogares de acogida"

La Esclava de Cristo Rey Lety Mariela Pérez ha compartido la labor que desempeñan para paliar las necesidades de los pobres en el país latino 

Venezuela

Redacción Religión

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Las religiosas en Venezuela se mantienen en primera línea para sostener la esperanza en medio de las dificultades del país. Una de ellas es Lety Mariela Pérez López, Esclava de Cristo Rey y miembro de la Junta Directiva de la Conferencia Venezolana de Religiosos y Religiosas, que ha destacado la importancia de su labor.

“Defendemos la vida a través de la educación, la salud y los hogares de acogida para niños, jóvenes y ancianos”, ha aseverado.

La esperanza, lo que permite a Pérez López superar las dificultades del país 

Pérez López recuerda que su vocación nació en 1985, cuando el Papa Juan Pablo II visitó Venezuela: “Era la tarde del 27 de enero cuando el Papa, con su voz firme pero amorosa, nos animó a no ceder a la tentación de la huida y la evasión. Ese mensaje encendió en mí la llama de la esperanza”. Desde entonces, ha manifestado la Esclava de Cristo Rey, ha seguido su misión con alegría y entrega.

La esperanza es lo que ha permitido a Lety Mariela Pérez vivir la difícil vida cotidiana de Venezuela: “Me anima a superar el miedo y el desánimo y a tratar de vivir en una dinámica de compromiso y trabajo transformador basada en mi carisma y mi espiritualidad de Esclava de Cristo Rey, que busca ayudar a los demás a encontrarse consigo mismos, con Dios, con sus hermanos y hermanas, y juntos hacer posible un mundo más humano, más fraterno, justo y digno para todos a través del apostolado de la enseñanza, la propuesta de los Ejercicios Espirituales según el método de San Ignacio y el trabajo social y de evangelización”, ha expresado.

"tenemos un deseo inmenso de seguir apoyando a nuestro pueblo”

Desde su rol en la Conferencia Venezolana de Religiosos y Religiosas, la religiosa trabaja para que la vida consagrada en el país latino continúe respondiendo a los desafíos sociales y espirituales. “Nuestra vida religiosa en el país es frágil en número y en edad, pero tenemos un deseo inmenso de seguir apoyando a nuestro pueblo”, señala.

Las religiosas han logrado consolidar proyectos en ámbitos como la educación, la salud y la formación teológica, haciendo hincapié en que “nos esforzamos por acompañar a las comunidades, fortalecer sus organizaciones y hacer presente a Jesús en sus vidas”, precisa Pérez López.

A pesar de la crisis del país, las religiosas continúan su labor con esperanza. “Seguimos firmes en querer ser hombres y mujeres de Dios, llevando la Buena Noticia de Jesús a quienes más lo necesitan”, concluye Pérez López, agradeciendo la oportunidad de servir y transformar vidas.

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