Satisfacción de los organizadores del Sínodo: "Se han conquistado espacios gracias a la escucha"

Satisfacción de los organizadores de la XVI Asamblea General del Sínodo sobre la Sinodalidad, que han comparecido en rueda de prensa en el Vaticano una vez que se ha presentado las más de cuarenta páginas del documento final que trazan la hoja de ruta a seguir en la segunda parte de la asamblea que tendrá lugar en octubre de 2024.

El secretario general del Sínodo, el cardenal Mario Grech, ha asegurado que este sínodo ha conquistado espacios gracias “a la experiencia de escucha auténtica y recíproca”. El obispo maltés ha establecido un paralelismo entre los inicios de las reuniones a comienzos de octubre y un hielo duro que se fue ablandando progresivamente con el paso de los días: “Las primeras reuniones fueron difíciles de comunicar, pero luego poco a poco he visto que la gente se iba derritiendo porque hubo mucha generosidad por parte de los ponentes y ha permitido abrir espacios”.

El obispo de Gozo también ha destacado que los trabajos han dado lugar a una Iglesia en salida “que está creando espacios para todos, sin excluir a nadie o se sienta no aceptado en su casa”.

También ha señalado que el documento marca algunas “cuestiones abiertas que están en proceso” ya que se espera ahora una reflexión de las Iglesias locales. “Es un camino por recorrer”.

"Es posible el don de la esperanza pese a la diversidad"

Por su parte el arzobispo de Luxemburgo y relator general del Sínodo, el cardenal Jean-Claude Hollerich, ha hecho hincapié en los Círculos Menores que se han establecido “para la conversación en el Espíritu” que ha permitido entablar diálogos “con distintas personas”, generando así a su juicio “una comunidad de discípulos de Cristo”.

“Las personas cuando regresen a sus contextos distintos llevarán su corazón lleno de esperanza, con muchas ideas”, ha apuntado. Por otro lado, Hollerich destacó que al inicio de la asamblea había obispos que no estaban muy entusiasmados pero que se han ido contagiando del espíritu de comunión que se ha creado en este acontecimiento.

Por último, el secretario especial del Sínodo, el Reverendo Giacomo Costa, ha compartido su satisfacción porque sale de estas tres semanas una Iglesia unida en el Espíritu Santo: “No podíamos ser un grupo cerrado, sino vivir este don de la unidad pese a las diferencias que constituyen una riqueza en realidad. Es un don para la esperanza de todos, que es posible en la diversidad de cultura, iglesias, lenguas.... es posible hablarse unos con otros, unirse, abrazarse.

A juicio de Costa, sale de la primera parte del Sínodo “un mensaje de esperanza, un caminar junto con los más débiles y que puede dar frutos a la Iglesia”, ha sostenido.