Secuestrada en Burkina Faso una religiosa estadounidense de 83 años

Nuevo secuestro de una religiosa en África Occidental. Esta vez, estadounidense. Se trata de la Hermana Suellen Tennyson, quien fue apresada por hombres armados en su casa de la parroquia de la Sagrada Familia en Yalgo, una localidad de Burkina Faso situada no muy lejos de la frontera con Malí. La religiosa tiene 83 años y pertenece a las Marianitas de la Santa Cruz.

Los hechos se produjeron en la tarde-noche del 4 de abril, cuando un grupo de hombres armados irrumpió en el recinto parroquial. Tennyson se hallaba en ese momento junto a las también Marianitas Pauline Dourin (canadiense) y Pascaline Tougma (burkinabé) y dos mujeres más. La Hermana Ann Lacour, responsable de la Orden en Estados Unidos, ha informado de que, según las testigos, los secuestradores buscaban dinero y medicinas. Se cree que se llevaron a Suellen por tener nacionalidad estadounidense. A última hora de ayer, día 5, no se había producido ninguna petición de rescate, ha declarado Lacour a Catholic News Service, publicación de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos.

El obispo de la diócesis de Kaya, Théophile Nare, ha pedido oraciones por la pronta liberación de la secuestrada. «Rezamos también por sus Hermanas, por su congregación, así como por los agentes de pastoral y los fieles de la parroquia de Yalgo, situada a unos 110 kilómetros de Kaya, la capital de la región Centro-Norte», dice en un comunicado. El prelado afirma también que los secuestradores, «antes de marcharse, destrozaron las habitaciones y dañaron el vehículo de la comunidad, que intentaron llevarse».

Creciente inseguridad

Las Marianitas de la Santa Cruz son una de las ramas de la Congregación Santa Cruz, fundada en el siglo XIX en Le Mans (Francia) por el sacerdote Basilio Moreau (1799-1873), hoy beato, y sor Léocadie Gasgoin (1818-1900). Sus miembros se dedican principalmente a la educación y el cuidado de los niños, tratando de «vivir siempre las enseñanzas de Jesús» a través del servicio «ahí donde hay más necesidad». Devotas de María Madre de los Dolores, tienen su gobierno general en Estados Unidos. En 2017 contaban con 143 Hermanas en 19 casas.

Burkina Faso vive sumida en un creciente estado de inseguridad debido a la proliferación de grupos yihadistas vinculados tanto al Estado Islámico como a Al Qaeda. Las fuerzas del orden no son capaces de garantizar el control en el territorio, por lo que han creado milicias civiles de autoprotección. En los últimos años los enfrentamientos han dejado al menos 1.100 muertos, y más de un millón de personas se han visto forzadas a huir de sus hogares convirtiéndose en desplazados internos.

En 2019 ya fueron atacadas otras parroquias cristianas. En una de ellas, en Dablo, fueron asesinados el sacerdote Simeón Yampa y cinco feligreses; en otra incursión armada, en Singa, las víctimas fueron cuatro personas que participaban en una procesión. Otro sacerdote, el P. Rodrigue Sanon, también fue secuestrado y asesinado en 2021 en Toumousséni, a unos veinte kilómetros de Banfora.

A la violencia de corte islamista hay que añadir la crisis política. Burkina Faso (274.500 kilómetros cuadrados y unos 20 millones de habitantes) está presidida desde el pasado mes de enero por el coronel golpista Paul Henri Sandaogo Damiba. El nuevo hombre fuerte del país ha asegurado que va a iniciar una etapa de negociación con los grupos armados. Pese a los requerimientos de la comunidad internacional, no ha querido decir cuánto tiempo durará su gobierno de transición y cuándo devolverá el país a la senda democrática.