Shevchuk lamenta vivir la Pascua en medio de una guerra que parece no tener fin: "Rezamos por la paz"
El arzobispo mayor de Kiev ha manifestado su gratitud al Papa por su "constante cercanía, y, en particular, por ofrecer una voz única sobre cómo encontrar soluciones pacíficas"
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El arzobispo mayor de Kiev-Halyc, Sviatoslav Shevchuk, celebra este domingo, 16 de abril, la Pascua y, en una entrevista concedida a Radio Vaticana, ha manifestado su gratitud al Papa Francisco por “su constante cercanía y sus llamamientos, y, en particular, por ofrecer una voz única sobre cómo encontrar soluciones pacíficas”.
Los ortodoxos viven esta Pascua en medio de los escombros y la guerra y Shevchuk ha abordado varios temas durante la entrevista: las advertencias del Santo Padre a lo largo de sus 10 años como Papa sobre las armas nucleares, cómo trabajar por la paz incluso cuando su país se enfrenta a la guerra y al sufrimiento desde hace más de un año, tras la invasión rusa.
Sobre los llamamientos de Francisco, Shevchuk ha remarcado que para el pueblo ucraniano “es muy importante que no nos abandonen, que en nuestros sufrimientos no estemos solos. Y el Santo Padre habla no solo a los ucranianos, sino también en nombre de los ucranianos al mundo. Y cada vez que intenta anunciar al mundo la tragedia que está ocurriendo en Ucrania, para nosotros sus palabras son vivificantes. Gracias a la solidaridad mundial, hemos podido soportar las consecuencias de esta guerra. Gracias a Dios y gracias al Santo Padre, esta crisis humanitaria, provocada por la guerra, la tragedia humanitaria no se agravó. Nadie en Ucrania murió de hambre, sed o frío. Pudimos prestar nuestra ayuda a los que son víctimas de esta invasión rusa. Por eso, cada oración, cada llamamiento del Santo Padre al mundo por nosotros, es un mensaje de vida”.
Preguntado por un posible camino hacia la paz que haga hincapié en la mediación y los esfuerzos de consolidación de la paz en lugar de las armas y la violencia, Shevchuk tiene claro que siguen rezando y luchando por la paz: “Esta paz ahora mismo suena como un milagro, como algo que debería estar sucediendo, pero cuándo, no lo sabemos. No hay perspectivas humanas de un alto al fuego inmediato en esta guerra”.
Sobre las armas nucleares y las advertencias del Santo Padre, Shevchuk cree que ahora mismo el mundo “se encuentra de nuevo al borde de un enfrentamiento nuclear. Cuando el derecho internacional ya no funciona, nadie en el mundo se siente seguro […] estamos siendo testigos de cómo la escalada y la militarización de las relaciones internacionales se están produciendo ahora mismo”.
¿Cómo ofrecer un mensaje de esperanza y de fe en medio de tanta tristeza? Shevchuk asegura que “nosotros mismos experimentamos que el mensaje cristiano no es una idea, sino una experiencia que da vida. Por eso, al compartir nuestro mensaje, compartimos nuestra experiencia. Compartimos nuestra propia fuente de esperanza, nuestra propia fuente de resistencia”.