La Santa Sede ordena aplazar las ordenaciones previstas en la diócesis francesa de Fréjus-Toulon
Adopta la medida tras una visita apostólica encomendada al arzobispo de Marsella para aclarar «la política de acogida» de los candidatos al sacerdocio
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Sobresalto en la Iglesia francesa. La Santa Sede ha ordenado suspender temporalmente las ordenaciones en la diócesis de Fréjus-Toulon. Ha sido el propio obispo, Dominique Marie Jean Rey, el que ha hecho pública la noticia este jueves, 2 de junio, mediante un escueto comunicado en el que no se explicitan los motivos. El prelado informa, eso sí, de que el arzobispo Jean-Marc Aveline, cardenal electo de Marsella y metropolitano de esa provincia eclesiástica, ha realizado una «visita fraterna» en los últimos meses a petición de la Santa Sede, y que en ella se trataron cuestiones planteadas por algunos dicasterios romanos concernientes a «la reestructuración del seminario y la política de acogida de la diócesis». Como resultado de esa visita, se les pide ahora que «pospongan las ordenaciones diaconal y sacerdotal previstas para finales de junio».
La medida atañe a seis diáconos y cuatro sacerdotes. No se especifica cuándo podrán ser ordenados, ni tampoco si la decisión adoptada afectará en el futuro a otros candidatos.
«Acogemos esta petición con dolor y confianza a la vez, conscientes de la prueba que representa sobre todo para los que se preparaban para recibir la ordenación», dice en su nota el obispo Rey, de 69 años, que lleva 22 al frente de Fréjus-Toulon. «Nos comprometemos a apoyarles en la oración y a seguir acompañándoles en su camino. Os animo a cada uno de vosotros a rezar también por nuestra diócesis, hasta que la situación se aclare por el bien de todos», añade.
Seminario floreciente
La diócesis de Fréjus-Toulon cuenta con uno de los seminarios más florecientes del país. En 2020 se formaban en él 65 seminaristas. Otro dato permite apreciar también la pujanza vocacional de la diócesis: si París, la mayor archidiócesis de Francia con más de un millón de católicos, contaba ese año con 1.071 sacerdotes (598 diocesanos), Fréjus-Toulón, con poco más de 600.000, presentaba la nada desdeñable cifra de 284 (215 diocesanos). Y de un perfil bien distinto, pues el 75% de los presbíteros tienen ahí menos de 64 años, y el 30% menos de 44.
El éxito del obispo Rey se debe a su política de aceptar a cuantos llaman a su puerta, ya se trate de candidatos franceses o de otros países. El prelado, además, ha hecho de su sede un auténtico «laboratorio» de catolicismo, al acoger a miembros de todas las corrientes y sensibilidades eclesiales, incluida la tradicionalista. Este hecho —algunos habían denunciado una «deriva tradicionalista»— y la aceptación de candidatos problemáticos que habían sido rechazados por otros prelados o en sus comunidades de origen, podría estar en el origen de la intervención vaticana.