La Archidiócesis de Valencia ofrece plazas de alojamiento para los refugiados procedentes de Afganistán
La Ciudad de la Esperanza, institución perteneciente a la Archidiócesis, atiende a 140 personas en riesgo de exclusión social, organizando talleres para impulsar a los residentes
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La Ciudad de la Esperanza (CIDES), perteneciente a la Archidiócesis de Valencia, ha ofrecido plazas para alojar a los refugiados mayores de edad que llegan desde Afganistán tras la evacuación del personal de las embajadas, fruto de la toma del poder por parte de los talibanes el pasado 15 de agosto.
El P. Vicente Aparicio, director del asentamiento ubicado en Aldaia, explica que en CIDES "atendemos a 140 personas sin hogar y en riesgo de exclusión social, procedentes de 35 países diferentes, y tenemos las puertas abiertas, y nuestros corazones, para acoger a todo el que lo necesite, especialmente ahora a afganos que hayan huido de su país y necesiten un hogar".
Además, el presbítero ha recordado que las instalaciones están abiertas "todos los días del año para atender a los usuarios, que deben cumplir las condiciones de ser varones y mayores de edad". Las instalaciones cuentan con un total de 180 plazas y ofrecen desayuno, almuerzo, merienda y cena a los residentes, que se alojan en bungalows de 4 a 6 personas y cuentan con una sala común con televisiones y WiFi.
Del mismo modo, el P. Aparicio destaca que la institución "es un centro cristiano católico pero está abierto a todas las religiones y culturas, lo único que se pide es respeto en la convivencia dentro del centro, donde muchos de los usuarios son musulmanes y tienen un menú Halal".
Una residencia adaptada a la situación sanitaria
La residencia no es ajena a la crisis sanitaria. Desde la expansión de la pandemia de la covid-19, se mantienen medidas de prevención en su interior: "Se mantiene la distancia de seguridad de un metro y medio mínimo, a la hora de las diferentes comidas entran en diferentes turnos para evitar acumulación y los usuarios se sientan de dos en dos en mesas con capacidad para 4 personas", explica el P. Aparicio, quien también asegura que para entrar al recinto es obligatorio contar con "PCR negativo asegurando, en todo caso, que no hay riesgo de contagio de la covid-19".
Además, han mantenido durante el verano los diferentes talleres de informática, alfabetización y español, enfocados a dar a los residentes la oportunidad de una nueva vida en España.
La Ciudad de la Esperanza es considerada una institución de utilidad pública. Se encuentra bajo la administración de la Archidiócesis de Valencia y recibe la colaboración de Cáritas.