El día a día de un monasterio en cuarentena: oración en soledad, sin vida en común y encerrados en sus celdas

En Aleluya hemos conocido cómo es la vida en el monasterio de Santo Domingo de Silos en Burgos, donde diez de los 24 monjes han resultado contagiados de covid-19

El día a día de un monasterio en cuarentena: oración en soledad, sin vida en común y encerrados en sus celdas

José Melero Campos

Publicado el - Actualizado

3 min lectura

En las últimas horas hemos conocido que la comunidad benedictina de Santo Domingo de Silos permanece en cuarentena, después de que diez de los 24 monjes que habitan el monasterio dieran positivo por covid-19 en la PCR del pasado lunes.

La situación es compleja en lo sanitario y en la rutina del día a día, al llevar su vida de oración en soledad, sin poder compartirla en comunidad como están acostumbrados. Como mal menor, se ha tenido que posponer la ordenación como diácono de uno de los religiosos prevista para este fin de semana.

El Padre Alfredo, uno de los monjes benedictinos de Santo Domingo de Silos, ha dado negativo. En declaraciones a Aleluya ha precisado que a día de hoy no hay un empeoramiento en el estado de salud de los contagiados: “No van a peor. Alguno tiene un poco de fiebre, pero son síntomas leves”.

ctv-lvw-silos-2

El monje ha precisado que los contagios han podido deberse a la salida de alguno de ellos para continuar con sus estudios o al realizar alguna gestión: “Apenas salimos, pero a veces no hay más remedio para acudir a una cita médica, alguna gestión administrativa, o acudir a la Universidad de Burgos para los estudios”, precisa.

El día a día de un monasterio en cuarentena: "Los negativos asumen las tareas de los contagiados"

El día a día es duro en el monasterio cuando la mitad de sus residentes no pueden salir de su celda, pero la fraternidad entre ellos está garantizada: “Los que dieron negativo ayudan a los contagiados. Por ejemplo, les llevan la comida hasta la puerta de su celda y luego se la recogen, siempre con muchas precauciones.

Los encargados de la cocina están entre los afectados, por lo que su rol lo asumen los monjes que dieron negativo, lo que supone una sobrecarga de trabajo para ellos, tal y como reconoce el Padre Alfredo: “Tienen que asumir tareas para las que no están preparados, pero lo hacen con afán de colaboración y fraternidad”, subraya.

En caso de que alguno de ellos tenga necesidad de ir al baño, cada celda dispone de su propio aseo, lo que les permite no salir bajo ningún concepto de la habitación: “Esto facilita mucho las cosas”, remarca el Padre Alfredo.

A día de hoy, todos los monjes del monasterio de Santo Domingo de Silos pueden valerse por sí mismo, pese a que alguno tiene ya una avanzada edad: “Si hubiese algún problema con algún hermano y no pudiese realizar las tareas domésticas como hacerse la cama, le ayudaríamos con todas las precauciones posibles. Pero de momento todos se valen por sí mismos. En caso de que alguno de ellos precise de ayuda, se pueden comunicar telefónicamente”, detalla el monje.

ctv-g0u-silos

La vida comunitaria y los oficios conjuntos, suspendida

La vida comunitaria se ha suprimido hasta que la situación mejore. Las celebraciones cantadas, los oficios y la Eucaristía no se puede llevar a cabo: “Los monjes sabemos vivir perfectamente en soledad, porque llevamos la oración en silencio, pero esta situación genera cansancio y extrañeza al no poder compartir con los hermanos las vivencias y las tareas comunes".

Para conocer la evolución de los positivos de covid-19, el monasterio está en constante contacto con el centro de salud al que les corresponde, en la localidad de Salas de los Infantes: “El seguimiento es eficaz y cercano, pese a ser telefónico”.

Este viernes se les practicará una nueva PCR

Este viernes, 29 de enero, se les hará a los 24 monjes una segunda PCR. Hasta entonces la comunidad benedictina ha agradecido las muestras de afectos e interés de tantas personas que se ponen en contacto con ellos para transmitirles ánimo y esperanza.

Por su parte la hospedería y la atención turística está cerrada a la espera de tiempos mejores: “Tenemos algún empleado en ERTE. Nadie puede entrar ahora mismo”.