La imagen con mensaje que ha dejado un colegio español en este dispensador de gel hidroalcohólico

'La Boca de la Verdad' o si lo prefieren 'Bocca della Verità' en italiano, es una enorme máscara de mármol ubicada en la ciudad de Roma, y que ha adquirido fama mundial con el paso de los siglos. De hecho, no hay turista que visite la capital italiana y no se haga su correspondiente fotografía con la imagen, de la que se cuenta que mordía la mano de aquél que mentía.

La escultura, que data del siglo I y cuenta con un diámetro de 1,75 metros, está dedicada al Dios del Mar y representado por un rostro masculino con barba, con los ojos, la nariz y la boca perforados. Desde el siglo XVII (1632), se encuentra en la pared del pronaos, en la iglesia de Santa María in Cosmedin.

La leyenda de 'La Boca de la Verdad' de Roma

'La Boca de la Verdad' se hizo famosa a partir de una leyenda medieval que decía que la boca se cerraba si alguien metía la mano y mentía. De hecho, durante la Edad Media se hizo uso de de ella en los juicios por ordalía: se llevaba hasta la Boca a aquellos que se acusaba de perjurio o adulterio. Debían jurar decir la verdad y luego poner la mano en la boca. La realidad es que un verdugo con una espada se ocultaba detrás de la piedra, presto a cortar la mano de los culpables.

Pero realmente, a día de hoy se desconoce aún cual fue su utilidad en el pasado. Tal vez una fuente de agua, una cloaca... En el cine también ha aparecido en alguna ocasión la imagen de 'La Boca de la Verdad', como en la película protagonizada en 1953 por Audrey Hepburn y Gregory Peck, 'Vacaciones en Roma'.

La 'Boca de la verdad' y el COVID-19

Y en estos días, cuando el mundo se encuentra inmerso en la lucha contra el COVID-19, que tantas vidas ha truncado, esta imagen está siendo empleada de una manera distinta pero curiosa en la propia ciudad de Roma. Por ejemplo, en el Pontificio Colegio Español de San José, una institución de la Iglesia, dependiente de la Conferencia Episcopal Española, dedicada a la formación superior de los sacerdotes.

En este lugar, como en todos los centros y establecimientos públicos, han colocado el gel hidroalcohólico a la entrada del colegio para que los que accedan a su interior previamente se laven bien las manos y evitar de esta manera posibles contagios de este cruel virus que ha cambiado nuestras vidas, tal vez para siempre.

Lo curioso, es que la imagen empleada para el dispensador de gel ha sido la 'Boca de la verdad'. Sin duda una buena técnica para reflexionar mientras te desinfectas las manos. Y es que en los tiempos que corren, la reflexión es un ejercicio fundamental.