Moreno Bonilla no descarta que puedan celebrarse las procesiones religiosas previstas en Málaga y Sevilla
El presidente de la Junta de Andalucía condiciona a la evolución de la pandemia que en octubre procesione la Magna de Málaga y el traslado del Gran Poder de Sevilla a Tres Barrios
Publicado el - Actualizado
2 min lectura
El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno Bonilla, no ha descartado que las procesiones religiosas previstas para los próximos meses puedan celebrarse, si bien lo ha condicionado a los datos de contagios por covid-19: “Esto va a depender de dos circunstancias: una de la evolución de la pandemia, que esperamos y deseamos, yo quiero confiar que la vacunación que fruto de la vacunación y de la responsabilidad colectiva la incidencia sea razonable y, lo segundo, que la autoridad eclesiástica, el obispado, decida que es oportuno hacerla, que son ellos los que tienen la última palabra en este asunto”, ha manifestado en une entrevista concedida a Canal Sur Radio.
“A mí me encantaría que en el mes de octubre tanto en Málaga como en Sevilla y en otros puntos de Andalucía se pudiera hacer esas procesiones que llevamos esperando los andaluces demasiado tiempo”, ha añadido el presidente, haciendo referencia a la Magna de Málaga por el centenario de la Agrupación de Cofradías o la salida a los Tres Barrios del Gran Poder.
Moreno Bonilla ha asegurado que en caso de poder celebrarse ambas procesiones implicaría una “normalización y recuperación de un espacio de normalidad en nuestras tradiciones y cultura”.
De manera progresiva los obispos de las diócesis andaluzas están dando pasos hacia una normalización en la celebración de las procesiones. Es el caso de Jaén, donde su obispo, Mons. Amadeo Rodríguez, publicó la pasada semana un decreto en el que concedía “una gradual y prudente vuelta al ejercicio del culto público fuera de los templos".
La decisión del prelado se produce, según explica la nota, fruto de "la mejora de la situación sanitaria". No obstante, el documento firmado por el obispo especifica que "podrán volverse a realizar actos de culto público, pero siempre teniendo en cuenta la normativa".
"Será necesaria siempre la autorización de la autoridad eclesiástica para cada acto de culto público a una imagen fuera de un templo", explica el decreto, al tiempo que restringe las ceremonias de las diversas hermandades y cofradías que no se encuentren debidamente justificadas.
Del mismo modo, la nota prosigue estableciendo que "será imprescindible que las hermandades y cofradías que deseen realizar un acto de culto público cuenten con el visto bueno de la autoridad civil competente. Además, las congregaciones deben evitar el recorrido de las imágenes por calles estrechas, "para no dar lugar a aglomeración de personas".