La reflexión de un director de instituto sobre el pin parental que deja en mal lugar a Vox y a Isabel Celaá
Nicolás Montero ha sido crítico por la gestión de Vox y la Ministra Isabel Celaá respecto a este polémico asunto
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El pin parental que propone instaurar Vox sigue levantando pasiones estos días, después de que el Gobierno de España anunciara que recurriría su implantación en los territorios en los que se aplique.
Sus defensores y detractores se cuentan por millones. En COPE.es ha expresado su opinión al respecto Nicolás Montero, director de un instituto público de Cádiz. A su juicio, no es necesaria su puesta en marcha: “No hay necesidad, pese a que su instauración no sea ilegal. Yo, como director de un centro público, voy completamente de la mano de Escuelas Católicas, que también lo ve innecesario”.
Y es que, tal y como ha recordado Montero, en la actualidad las familias cuentan con múltiples cauces de participación y supervisión sobre las actividades que los hijos realizan en el interior de los centros: “En el máximo órgano de gobierno de un centro, que es el Consejo Escolar, están representados, y es allí donde se aprueban los proyectos educativos y actividades complementarias. Están las AMPAS, donde los padres, sobre todo en Educación Infantil y Primaria son muy participativos y observadores sobre lo que realizan sus pequeños”.
Por si fuera poco, añade el director del centro, en los últimos años se creó la figura del padre delegado en cada aula, que sirve como mediador entre el tutor y el resto de padres: “Por tanto existen muchas fórmulas que hacen innecesario el pin parental. Además, los padres hacen uso de este pin parental cuando eligen el centro, una vez que conocen sus ideales para que nadie se encuentra ninguna sorpresa”, recuerda Montero.
En cualquier caso, el profesor gaditano considera que el Gobierno de España no ha contribuido a la hora de apaciguar los ánimos cuando afirmaba que los hijos no son propiedad de sus padres: “Echan más leña al fuego con estas declaraciones. Por eso, deberían recurrir más a los profesionales de la Educación para dar respuestas más correctas, porque este argumento es simplón. Claro que los hijos no es un bien que se vende, pero sí es cierto que los padres tienen su patria potestad y están obligados a buscar lo mejor para ellos”.
El profesional asegura también que la alarma social generada por Vox es inexistente: “No hay en los centros una legión de monitores perturbados enviados por un ministerio oculto de adoctrinamiento. Los centros son autónomos, que educan en valores constitucionales y derechos humanos. Otra cosa es que haya habido algún caso aislado de mala praxis o una conferencia desafortunada, pero no se puede generalizar”, reflexiona Nicolás Montero.
Para concluir, el director del centro ha mostrado su tristeza por que se genere tal desconfianza en el profesorado, máxime en unos tiempos en los que su autoridad está debilitada: “Este tipo de medidas ponen la lupa sobre el profesorado, como si todas las familias fueran maravillosas. A algunas familias sí que habrías que ponerles un pin, porque yo veo a chicos de diez años pegados al móvil, que son dictadores en su casa, hablan mal a sus padres incluso delante de sus profesores...”