¿Sabías que un religioso marista fundó uno de los equipos más importantes del fútbol europeo?
El religioso vio la forma de conseguir la ayuda necesaria para los niños más necesitados: el fútbol
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El religioso marista Hermano Walfrid nunca imaginó que su humilde obra de caridad pudiera llegar a convertirse en uno de los equipos de fútbol más conocidos del mundo y con más tradición de toda Europa: el Celtic de Glasgow
Andrew Kerins, más conocido por su posterior nombre religioso como Hermano Walfrid, nació en Ballymote (Irlanda), el 18 de mayo de 1840. Creció durante la hambruna y se marcó como objetivo principal en la vida ayudar en todo lo posible para aliviar el hambre. Estudió magisterio y en 1864 solicitó la entrada en la Orden de los Maristas.
Pronto se dio cuenta de las grandes necesidades espirituales y materiales que aquellos pobres hermanos suyos padecían en una ciudad en la que una buena parte les odiaba por dos motivos: por irlandeses y por católicos. La vocación marista del hermano Walfrid pasaba por la educación y cuidado de los más jóvenes y decidió responder con fuerza a la llamada que Dios le había hecho.
En 1868 le nombraron profesor de la escuela parroquial de Santa María en el East End de Glasgow, el barrio de emigrantes católicos. En 1874 era ya su director y creó The Poor Children's Dinner Table, (La mesa de los niños pobres), una organización caritativa para ayudar a los niños más necesitados. La ayuda era espiritual y también material pues el hambre hacía estragos en esos momentos.
El fútbol, herramienta para conseguir fondos
Pronto se dejó la vida buscando dinero para sus niños pobres y consiguió la implicación de empresarios y de algunas personas importantes de la ciudad. Pero de repente vio la forma conseguir la ayuda necesaria para sus pequeños: el fútbol. Siendo un adelantado a su época observó la posibilidad de organizar eventos deportivos como vía para recaudar fondos para los niños pobres y emigrantes de Glasgow.
De este modo, el hermano Walfrid convocó una reunión en la sacristía de la Iglesia de Santa María, el 6 de noviembre de 1887 y propuso la creación de un equipo de fútbol que se llamase Celtic. Así comenzó la andadura de lo que años después se convertiría en un grande de Europa. Pronto comenzaron los partidos y la llegada de fondos para los niños pobres. El proyecto fue creciendo puesto que el equipo también servía para que los niños pudieran estar atendidos mientras sus padres, obreros todos, trabajaban en las factorías de Glasgow.
“Un club cuya razón de ser es la caridad”
A partir de ahí el Celtic comenzó a expandir su identidad católica por todo el país. De este modo empezaron los míticos enfrentamientos deportivos con los protestantes del Rangers así como sus primeros éxitos deportivos. Actualmente es el equipo más laureado de Escocia e incluso llegó a ser campeón de Europa en los años 60.
“Un club cuya razón de ser es la caridad”: esto lo afirman desde el Celtic de Glasgow. Lejos de renegar de sus orígenes y ocultar quién y por qué se fundó uno de los equipos con más seguidores en todo el mundo desde las filas del Celtic se sienten orgullosos de este origen católico y caritativo.
El legado del hermano Walfrid
El hermano Walfrid no es sólo el fundador del Celtic sino todo un emblema y un ejemplo a seguir. Los aficionados de este equipo escocés consiguieron que, en las inmediaciones del campo, el Celtic Park, se colocara en 2005 una estatua de este hermano marista, inauguración que realizó el propio arzobispo de Glasgow.
Su legado sigue muy presente en el club y la esencia católica es una seña indiscutible. De hecho, hasta hace pocos años todos los sacerdotes podían entrar gratis a los partidos de los “católicos escoceses”. Actualmente el club tiene oficialmente la caridad como una de sus prioridades para lo que creo un organismo específico. “El fondo de Caridad del Celtic ha sido creado para poner en práctica los principios de caridad de su fundador”, afirman en su web. Para ello, recaudan fondos y realizan actividades a favor de los niños desfavorecidos, de personas sin hogar, parados y para la lucha contra la drogadicción.
El caso del portero Boruc
Caso curioso fue el del portero polaco Artur Boruc. En todos los campos era insultado por ser católico y además de la misma nacionalidad que Juan Pablo II. El Papa era el objetivo de estos aficionados. Por ello, en un derbi ante el Rangers el guardameta decidió homenajear al Papa y al acabar el partido se fue a la afición del Celtic con una camiseta con la foto de Juan Pablo II en la que ponía: “Dios bendiga al Papa”. Desde entonces se convirtió en el ídolo de su afición.
El hermano Walfrid, cuya tumba es visitada por aficionados del Celtic asiduamente, nunca podría haber imaginado que su pequeña obra de caridad surgida en una sacristía de un humilde barrio de emigrantes se convirtiera en una entidad tal que se enfrentara en competiciones europeas siendo además el equipo más laureado de su tierra.