¿Sabías que la revolución bolchevique prohibió las manifestaciones religiosas en las calles?
Las procesiones en las calles volvieron solamente hace pocos años después de casi un siglo de prohibición
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Con el triunfo de Lenin en el octubre de 1917 se inició una dura y sangrienta persecución contra el Cristianismo en general y contra la Iglesia Ortodoxa en particular. Ni en la Revolución Francesa se produjo una tan dura persecución como la que ocurrió en Rusia. El objetivo de Lenin era erradicar la fe religiosa del pueblo.
Los datos son aterradores como nunca antes se había visto. A comienzos de la década de 1920 muchos obispos y sacerdotes fueron ejecutados después de ser torturados. Según las cuentas oficiales publicadas por el Gobierno ruso en 1995 a través de la Comisión Estatal de Rusia, 200.000 sacerdotes, monjes y monjas cristianos fueron asesinados en la Unión Soviética entre 1917 y 1985. En su mayor parte eran ortodoxos, seguidos de católicos y miembros de la Iglesia Greco-Romana y ya, a mucha distancia, las víctimas pertenecían a la religión judía e incluso al islam.
Los datos aterradores
Solamente durante el proceso revolucionario, entre 1917 y 1921, 28 obispos ortodoxos y casi 2.000 sacerdotes de esa confesión fueron asesinados y, al acabar la guerra de la revolución, solamente quedaban en pie 500 de las 54.000 iglesias ortodoxas que había unos años antes. En cuanto a los números del catolicismo, para ese periodo, los obispos asesinados fueron 23 y los sacerdotes más de 3.000.
Estos asesinatos se dieron no sólo en los primeros años de la revolución bolchevique, sino que continuaron en la década de los 60 y 70, en las que miles de decenas de personas que fueron sacrificadas en los campos de concentración conocidos como Gulag.
Eliminar elementos religiosos en las ciudades
En las nuevas ciudades que se crearon durante estos años el elemento religioso simplemente no existía, y en las que ya existían monumentos religiosos se reutilizaron en cines, gimnasios, almacenes, talleres o fábricas. La catedral católica de Moscú, de estilo neogótico, fue transformada en almacén de verduras y de varios organismos públicos; la parroquia católica moscovita de San Pedro y San Pablo fue reformada como edificio de tres plantas; la iglesia anglicana de San Andrés fue nacionalizada en 1920 y albergó almacenes, varias oficinas e incluso una fábrica, convirtiéndose después en edificio de viviendas.
Volver a celebrar el Corpus Christi
Obviamente estaban completamente prohibidas las manifestaciones y procesiones religiosas en la calle y muy peligroso era hacerlo en casa al estar vigilados constantemente. Algo que cambió después de 95 años cuando los católicos en San Petersburgo pudieron participar en la procesión del Corpus Christi. El ayuntamiento concedió la autorización y la procesión tuvo lugar el 2 de junio de 2013. La procesión con el Santísimo Sacramento recorrió tres kilómetros de la ciudad, principalmente en la Avenida Nevski, la “avenida de la tolerancia confesional”, la más importante de la ciudad, en la que se encuentran las iglesias de las principales confesiones: católica, ortodoxa, luterana y armenia.
Fue la segunda vez en toda la historia que se celebraba la procesión del Corpus Christi en Rusia, la primera se había celebrado en 1918, y varios de sus organizadores morirían mártires bajo el comunismo pocos meses después. Esa procesión fue un gran fogonazo de alegría católica justo meses antes de apagarse en un baño de sangre y persecución. La procesión del Corpus de 1918 fue organizada, como la del 1917, por el sacerdote decano de la ciudad, el prelado Budkevich, hoy en proceso de beatificación ya que murió fusilado por los bolcheviques en marzo de 1923.
Tras la Revolución bolchevique, se prohibieron las manifestaciones religiosas, y se puso punto y final a una larga tradición común de las Iglesias de Oriente y Occidente.