Valentina Alazraki: “Toda la prensa está en deuda con Benedicto XVI porque no supimos entenderlo”

La periodista y escritora mexicana destaca que el Papa emérito "en corto era una persona muy atenta y muy delicada"

Valentina Alazraki: “Toda la prensa está en deuda con Benedicto XVI porque no supimos entenderlo”

Redacción Religión

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. Cuando él daba las ruedas de prensa, yo recuerdo que no nos miraba, miraba como en un punto, en medio de nosotros, digamos así, pero no era como en los ojos, y no había esta costumbre de que pasara a saludarnos.

”. Con estas palabras se ha expresado la periodista y escritora mexicana,

la marcha de Juan Pablo II “

. Para mi era alguien que estaba ocupando un lugar que no le correspondía y cuando yo lo vi entrar por primera vez al aula de las audiencias, parado, de pie, cruzando el aula, para mi era imposible no estar viendo a un hombre en silla de ruedas hacer eso. O la primera vez que bajó del avión papal y subió y no era Juan Pablo II y a través de la ventanilla veía que era Benedicto XVI para mi había algo que no iba.

”.

Amistad entre Benedicto XVI y Juan Pablo II

“me daba cuenta que Juan Pablo II lo había puesto en un lugar muy alto y todos sabíamos que era su mejor, yo diría que casi amigo.

. Lo había puesto en un lugar muy alto, era el Decano, mucha gente lo adivinó, yo no, te soy muy sincera”.

Sobre cómo vivió el día de la renuncia de Benedicto XVI, expresa que “yo tuve una suerte extraordinaria porque ese día estuve cerca de no ir a la sala de prensa.

staban pasando el boletín pero todavía no lo iban a distribuir, y yo recuerdo que agarré uno al vuelo porque me di cuenta que estaba pasando algo. Cuando capté este movimiento extraño, lo agarré al vuelo y ni me pararon. Marqué por teléfono a México, y lo leí, empecé a traducirlo prácticamente lo que decía el comunicado y a parte las palabras de Benedicto XVI que habían sido en latín, pero ya las habían puesto en italiano”.

Su visión sobre la renuncia

Yo venía de la idea de que Jesús no se baja de la cruz y que Juan Pablo II decía “Dios me ha puesto aquí y Dios me quita”. Yo venía de una forma de pensar de esta manera y cuando renuncia el Papa Benedicto XVI yo confieso que en ese momento no lo entendí a nivel humano, porque decía “en el fondo el está mucho mejor física y mentalmente con respecto a Juan Pablo II y Juan Pablo II no se bajío de la cruz”. Entonces, el misticismo polaco al que yo me había acostumbrado me chocaba con esta forma de realismo de un Papa que toma conciencia de sus límites y, por el bien de la Iglesia toma esta decisión.

”.

"Le debemos una disculpa"

. Él tenía muy mala prensa, fruto de unos prejuicios que venían del tiempo en el que era el Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe y yo creo que todos juntos

teníamos que pedirle una disculpa por no haber sabido interpretar inmediatamente la grandeza de su pensamiento y su gran gran humildad y haber hecho que muchas veces las noticias negativas fuera noticia y las positivas no.

”.

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